Etiqueta: Libro Blanco sostenibilidad

Construyendo un futuro sostenible para la industria de la construcción

Sostenibilidad en la construcción

Un factor clave para las empresas en la actualidad es la preocupación universal por la sostenibilidad y gestión ambiental.

En el pasado, tener una filosofía corporativa orientada a la sostenibilidad era cosa de las grandes corporaciones e influía únicamente sobre un pequeño grupo de usuarios “ilustrados”. Afortunadamente, la sostenibilidad ya no es un tema aislado, es una megatendencia global que afecta cada mercado y segmento de consumidores, convirtiéndose en un factor prioritario en la decisión de compra. Hoy en día es universalmente aceptado, que cada uno de nosotros cumple un rol para proteger el futuro del planeta y debemos actuar de una forma responsable, ahora.

UNA RÁPIDA URBANIZACIÓN

De acuerdo con el Banco Mundial, alrededor del 55% de la población de todo el mundo – unos 4,2 billones de personas – viven en ciudades. Varios expertos coinciden en que este fenómeno seguirá en aumento. Para 2050, cuando se espera que la población en centros urbanos duplique su número actual, se espera que cerca de 7 de cada 10 personas en el mundo viva en ciudades.

La firma de consultoría global McKinsey & Company, pronostica que habrá un incremento importante de sostenibilidad en el sector de la construcción y una transformación en paralelo de los hábitos de consumo que demandan edificios y espacios de vida más saludables.

MAYORES RIESGOS DE SEGURIDAD

La rápida urbanización está impulsando la inversión en el sector de la construcción, pero también aumentando los riesgos de seguridad. En zonas sobrepobladas donde la tierra es escasa o muy cara, la tendencia es construir verticalmente creando edificios de gran altura. Más personas ocupando un menor espacio, implica más cerraduras y usuarios de llaves. Los propietarios de edificios deben replantearse el tipo de medidas de seguridad que se implantan en los nuevos edificios, pero también analizar detenidamente cómo modernizar el parque de viviendas actual de manera rentable y sostenible.

CONTROLANDO LOS COSTES

El control de costes ha sido, y siempre será, un indicador esencial en cualquier proyecto de construcción. Desde la concepción de la propia estructura del edificio, pero también en la instalación de elementos internos y sus componentes, los propietarios y explotadores de edificios revisarán con todo detalle el coste de cada partida. Sean activos para la venta o en alquiler, un objetivo principal para las constructoras y propietarios es conseguir el mínimo coste total de la propiedad (TCO) posible. De acuerdo con un estudio reciente, el TCO es el indicador que prima en la decisión sobre la instalación de sistemas de cerraduras en los edificios.

CERRANDO LA PUERTA A LAS CERRADURAS TRADICIONALES

Hemos hablado sobre el rápido crecimiento de las ciudades con sus consecuentes riesgos en seguridad y la necesidad de controlar los costes de construcción y explotación de los edificios de forma sostenible. Para ser competitivas, muchas compañías se han inmerso en procesos de transformación digital. Ha tomado más tiempo que en otros sectores, pero la construcción ya está transformándose para aprovechar todas las oportunidades que trae la digitalización. De acuerdo con la investigación llevada a cabo por Virgin Media Business con Oxford Economics, el sector de la construcción es el tercer sector con más posibilidades de beneficiarse de la transformación digital.

En lo que se refiere a garantizar la seguridad de los activos, la tendencia actualmente es transformar los sistemas con cerraduras mecánicas en sistemas de acceso funcionales más seguros. Las cerraduras digitales y el acceso a partir de aplicaciones con dispositivos móviles están revolucionando la industria de la cerrajería solucionando fácilmente problemas de llaves perdidas o robadas, previniendo accesos no autorizados y suprimiendo la necesidad de trasladarse entre oficinas de administración y edificios para recoger o dejar llaves.

LA ERA DIGITAL

En un sistema de cerradura digital, todos los derechos de acceso se programan en una llave digital y todo el ecosistema de una propiedad se administra fácil y eficientemente en costes, usando un sistema operativo basado en la nube. Los permisos de acceso se pueden actualizar cada vez que se requiera y las llaves perdidas o robadas se pueden anular. No hay necesidad de invertir tiempo ni dinero en cambiar cerraduras, cilindros o fabricando nuevas llaves para cada usuario de una puerta específica.

En una solución de acceso móvil, los derechos de acceso son actualizados en tiempo real a través de las redes de comunicación a una aplicación de teléfono móvil, haciendo incluso más fácil controlar quién tiene derecho a acceder a qué puertas y en qué momento. Actualmente se está revolucionando la industria de la gestión de activos, con plataformas alojadas en la nube que permiten la gestión de múltiples activos (en remoto) ahorrando a las empresas tiempo y otros recursos.

SOLUCIONES SIN BATERÍA

Los sistemas de cerraduras más sostenibles son aquellos que no requieren uso de baterías ni cableado. Esto significa consumo de energía nulo y cero emisiones a partir de su uso diario. Algunos países, como Francia, están valorando implantar la prohibición total del uso de baterías de litio-ion en los próximos años.

En un sistema de cerradura digital sin batería, la energía necesaria para abrir la cerradura proviene del movimiento cinético al insertar la llave en la cerradura. En una solución móvil sin baterías, la energía necesaria para abrir la cerradura viene del propio teléfono móvil.

Al no tener baterías que cargar, el residuo generado por las baterías se elimina y se minimiza el mantenimiento necesario. Mucho menos personal de mantenimiento estará en la calle contaminando el ambiente con los desplazamientos para atender visitas programadas y mantenimientos recurrentes. Con llaves, baterías y exceso de cableado fuera de la ecuación, el tiempo, el impacto ambiental y el uso de otros recursos se minimiza, se incrementa la seguridad y se garantiza la rentabilidad en el ciclo de vida del producto.

FACILIDAD DE INTEGRACIÓN CON OTROS SERVICIOS

Mientras los edificios actualmente crecen en tamaño y nuevos servicios se integran en los activos, una tendencia creciente en relación con los sistemas de acceso es la integración de gestión de datos y sistemas de reservas junto con bases de datos de clientes. De esta forma, en un edificio de viviendas, por ejemplo, un sistema de acceso digital permite autorizar a cada usuario o llave el acceso por la puerta de la comunidad o la puerta de cada uno de los pisos, de la misma forma que permite reservar y autorizar el acceso a zonas comunes como saunas, gimnasios o salas de reuniones que podrán ser gestionados por terceros. Las cerraduras sin batería y sus llaves son duraderas, y operan de forma fiable en condiciones adversas. Pueden ser fácilmente reprogramadas y reutilizadas haciéndolas una solución sostenible a largo plazo. Al ofrecer una gestión de acceso rápida y flexible, aumentan el valor de las propiedades y garantizan importantes ahorros en el ciclo de vida del producto. Cuantas más cerraduras y llaves tenga el edificio, mayor será el ahorro que se pueda conseguir.

 

Agustín Llobet,

Director General de iLOQ Iberia

Los datos al trastero

Construcción industrializada

Aunque se acuñó como una frase en 2011 en la feria de Hannover, el término Industria 4.0 ha ganado cada vez más vigencia en los últimos años con su promesa de utilizar el poder de los datos para revolucionar la fabricación. Desde la primera revolución industrial (mecanización a través de la energía del agua y del vapor) hasta la producción en masa y las líneas de montaje que utilizan electricidad en la segunda, la cuarta revolución industrial tomará lo que se inició en la tercera, con la adopción generalizada de los ordenadores y la automatización, y lo mejora con sistemas inteligentes y autónomos alimentados por datos y aprendizaje automático.

La gran diferencia entre la Industria 4.0 y la Industria 3.0 es que mientras que en la primera se introdujeron los ordenadores para mejorar los procesos existentes y ser más eficientes, la segunda abre la puerta a la redefinición de los procesos y de los propios modelos de negocio apoyándose en el poder de los nuevos medios de captación de la información y la capacidad de proceso de grandes volúmenes de datos.

El sector de la construcción es un sector estratégico no sólo por la contribución al PIB a nivel mundial del 6%, sino porque contribuye a nuestra forma de vivir, a nuestra forma de movernos y, en definitiva, a hacer que este mundo sea más habitable y sostenible.

Por eso tiene ante sí grandes oportunidades para satisfacer la demanda creciente por el incremento de población y una mayor concentración en ciudades (cada día se incorporan 200.000 personas en el mundo a zonas urbanas) que cada vez sean más sostenibles, crear vivienda accesible para los jóvenes, y enfrentarse a los importantes y urgentes retos que garanticen su supervivencia.

La escasez de mano de obra cualificada, el incremento de los costes de los materiales y recursos, el objetivo de reducción de los costes operativos durante la fase de construcción y a lo largo de la vida del producto, la reducción de residuos e impacto medioambiental (hoy suponen el 30% de las emisiones según el WEF), sin dejar de lado los no menos importantes de reducción de sobrecostes, cumplimiento de plazos y riesgos contractuales.

Todos estos factores obligan a la revisión no sólo de los modelos de negocio y pasar, por ejemplo, del diseño y construcción a gestionar la operación del edificio con nuevos modelos como el Build to Rent, sino a una revisión de la cadena de valor al completo y pasar de un modelo donde cada función se realiza de forma autónoma e independiente y cada proyecto es distinto a un modelo donde la cadena de valor se integra a lo largo de todas las funciones que colaboran y comparten la información y que se agrega en toda la organización utilizando el aprendizaje y la información de proyectos realizados, consiguiendo así la deseada escalabilidad.

Todo esto sólo es posible por un proceso de transformación mal llamado en muchos casos digital, y sumarse, con bastante retraso, a la industria 4.0. Además, el sector AEC cuenta con dos potenciadores claros como son la incorporación del BIM 6D y la posibilidad de integrar la prefabricación en el proceso constructivo.

Por tanto, tenemos ante nosotros una oportunidad que no podemos dejar pasar y para que este cambio de paradigma del sector sea una realidad la piedra angular se llama el DATO.

Las empresas de construcción y los propietarios de proyectos están invirtiendo cada vez más en métodos sofisticados de recopilación de datos: plataformas BIM, drones, IoT, sistemas ERP, sistemas CRM, por nombrar solo algunos. El núcleo de la digitalización no es la recopilación de datos, sino cómo utilizarlos e incorporarlos por completo a los procesos para tomar decisiones correctas, elevar la colaboración y usarlos para potenciar estrategias futuras, todo lo cual ayuda a la organización a aumentar la productividad y seguir siendo competitiva.

Hoy la realidad es que para muchas empresas AEC, estos esfuerzos de capturar el dato han significado grandes inversiones en dispositivos y personas para acabar, en el mejor de los casos, con una cantidad ingente de información no estructurada y dispersa en diferentes departamentos, sistemas y dispositivos de almacenamiento.

Información difícilmente reutilizable y escalable, ya que la mayoría de las empresas todavía operan de forma muy fragmentada con procesos poco consistentes en su ejecución. Diferentes sistemas que se especializan en diferentes trabajos, y que generalmente no están integrados entre sí, se utilizan simultáneamente en toda la organización, lo que hace que los datos se dispersen. Según el FMI, el 96% de todos los datos capturados no se utilizan en la industria de la ingeniería y la construcción (AEC), el 90% de los datos generados no están estructurados y el 13% de las horas de trabajo de AEC se dedican a buscar datos e información del proyecto. Eso se traduce en una enorme pérdida de tiempo y presupuesto, además de restar competitividad a la organización.

¿Cómo podemos entonces maximizar el valor de los datos convirtiéndolos en el principal activo de la compañía y en una ventaja competitiva?

El primer paso es responder a las preguntas más básicas: ¿cómo son sus procesos actuales? ¿comparten la misma fuente de datos todas las funciones a lo largo del proceso constructivo? ¿cómo se obtienen y organizan los datos? ¿para qué se están utilizando los datos recogidos? ¿se reutilizan los datos de un proyecto para ofertar el siguiente?, ¿estamos utilizando BIM a lo largo del proceso constructivo?, ¿tenemos integrada la cadena de suministros con la planificación de los proyectos?

Todas estas preguntas nos tienen que hacer reflexionar sobre el enorme potencial que tiene el sector si se sube al tren de la transformación digital como han hecho otras industrias desde el automóvil hasta la banca pasando por el retail que han transformado sus modelos de negocio hacia el cliente al mismo tiempo que han mejorado sus niveles de productividad.

El camino para establecer un negocio basado en datos comprende tres pasos clave:

  • Rediseño de procesos eliminando los silos de datos en un modelo colaborativo desde el diseño, planificación y ejecución de obra hasta la operación y mantenimiento.
  • Diseñar una estrategia y arquitectura de datos estructurados que pueda ingerir grandes volúmenes de información generados en las distintas fases de los proyectos y utilizados en tiempo real a lo largo de la organización.
  • Establecer una plataforma central que permita recopilar y conectar datos en un entorno común, al tiempo que conecta los flujos de trabajo a lo largo de todo el proyecto de construcción de forma interactiva permitiendo a los actores intervinientes incorporar y extraer la información relevante para su función en tiempo real pudiendo así tomar decisiones minimizando riesgos y logrando una mayor eficiencia y sostenibilidad.
  • Uniendo en tiempo real el proceso y la analítica de datos se obtendrá el beneficio de la analítica predictiva donde los datos en tiempo real pueden ayudarnos a conseguir las eficiencias, escalabilidad y replicabilidad tan necesarias para la sostenibilidad del sector. Visualizar distintas alternativas de construcción simulando el proceso completo nos permitirá no sólo ser más eficientes mejorando la productividad y minimizar riesgos, sino ser más competitivos ofertando con mayor control de lo que puede pasar gracias al aprendizaje de lo ocurrido.

La inevitabilidad es que los datos ahora serán la estrategia fundamental para cualquier empresa constructora que tenga como aspiración ser sostenible en el tiempo y en el medio. Antes de otras consideraciones como diseños, ubicaciones, planificación, presupuestos, cadena de suministro etc. la arquitectura de datos será la consideración estratégica más importante para maximizar el rendimiento y mantener una eficiencia óptima. Con este enfoque llegará la recompensa de una organización más flexible, con procesos optimizados, mayor escalabilidad y análisis predictivo que la convertirán en una organización sólida y sostenible.

Dejemos de guardar datos en el trastero y olvidarnos de ellos para ponerlos en el centro de nuestra estrategia.

 

Gabriel Cerrada,

CEO RIB Spain

El rol del hormigón en una economía baja en carbono

Grupo Avintia construcción industrializada

Enmarcamos el cambio climático como uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Para mitigar la huella de carbono, consideramos que la verdadera palanca de cambio es la colaboración activa entre los distintos sectores de la industria, así como una estrecha cooperación con gobiernos, organizaciones no gubernamentales y organismos multilaterales.

La presencia de la industria del cemento y hormigón está directamente relacionada con la prosperidad y el desarrollo económico de los países y regiones. Los materiales de construcción representan los cimientos de un desarrollo económico sostenible, poniendo techos sobre las cabezas de miles de millones de personas, creando viviendas asequibles, fortaleciendo la infraestructura existente contra desastres naturales y proporcionando soluciones de construcción adaptadas a servicios públicos básicos como salud, educación, movilidad, energía y desarrollo industrial. Con el objetivo de contribuir a esas emisiones neutras, Wallex, sistema constructivo industrializado offsite, ha desarrollado una solución de fachada y estructura de edificio que consta de cuatro capas, siendo dos de ellas de hormigón. Para su producción, el cemento es el componente base, el segundo material más utilizado en el mundo, después del agua. No existen sustitutos a los atributos del hormigón: resistencia y resiliencia.

Asimismo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), ha reconocido que el hormigón, en su forma construida, puede absorber con el tiempo hasta un 50% del CO2 que se emite durante el proceso de carbonatación en la producción de cemento. Esto significa que las estructuras de hormigón absorben CO2 de la atmósfera, compensando las emisiones generadas a lo largo de su cadena de valor productiva. Este importante reconocimiento refuerza la posición del concreto como el material de construcción más sostenible del mundo y un elemento determinante para alcanzar la neutralidad de carbono.

La oportunidad de reducir las emisiones no se limita al proceso de producción, sino a todo el ciclo de vida del producto, incluyendo su producción, entrega, proyecto de construcción terminado, así como el reciclaje y la reutilización de los materiales de construcción.

DECARBONIZACIÓN DE LA OPERACIÓN

Gracias a la investigación y aplicación de nuevas técnicas y materiales, CEMEX (proveedor de hormigón de Wallex), conseguía reducir en 2020 un 23% sus emisiones netas de CO2 por tonelada de cemento en comparación con los niveles de 1990, lo que sólo para ese año, significó evitar 7.5 millones de toneladas de CO2, equivalente a las emisiones producidas por 1.9 millones de vehículos conducidos en un año.

Reconociendo que las metas globales de acción climática requieren esfuerzos más agresivos, y con la meta de llegar a las emisiones neutras en 2050 para el desarrollo de proyectos urbanos inteligentes, edificios sostenibles e infraestructura resiliente al cambio climático, el objetivo de la compañía para 2030 es alcanzar menos de 475 kg CO2/ton cementante, una reducción en emisiones netas específicas de CO2 mayor al 40% vs. 1990.

Para evitar la emisión anual de hasta 16 millones de toneladas de CO2 en comparación con los niveles de 1990, se desarrollan diferentes palancas técnicas en el proceso de producción de cemento: invertir en eficiencia energética, utilizar combustibles alternos, incrementar el uso de energías renovables y aumentar la sustitución de clínker por materiales cementosos alternos. Además de la maximización de las palancas tradicionales de reducción de CO2 como a través de la inversión en innovación.

Nuevos tipos de Clínker y cementos novedosos con menor huella de carbono

En los últimos años ha incrementado la atención en el desarrollo de nuevos tipos de clínker con una menor huella de carbono y/o mayor reactividad. Se generan nuevos tipos con 20% a 30% menos emisiones debido a cambios en la composición de la mezcla de materias primas y a menores emisiones en cemento incrementando su reactividad.

Eficiencia Energética

La eficiencia energética desempeña un papel clave en la transición a una economía baja en carbono proporcionando un ahorro energético y, por consiguiente, la reducción de las emisiones relacionadas que ayudan a la mitigación de los efectos del cambio climático. La fabricación de cemento sigue siendo un proceso de consumo intensivo en energía.

Aumento del uso de combustibles alternos en sustitución de combustibles fósiles

Una palanca clave en la reducción de emisiones de los procesos de combustión es el uso de combustibles alternos procedentes de residuos (industriales, sólidos urbanos, biomasa, neumáticos, etc.) en sustitución de combustibles fósiles, como el carbón y el coque de petróleo.

Maximización del uso de energías renovables como fuente de energía

Las emisiones indirectas, relacionadas con la electricidad consumida por las plantas, son igualmente una gran oportunidad de reducir el impacto ambiental. Promocionamos el desarrollo de proyectos estratégicos para garantizar el acceso y uso de electricidad proveniente de fuentes de energías renovables a nivel global.

Sustitutos de Clínker

El uso de otros materiales cementosos reduce la relación clínker-cemento, lo que se traduce en menores emisiones y ahorro energético. Al utilizar sustitutos como las escorias de alto horno, cenizas volantes, piedra caliza y otros minerales puzolánicos se consigue reducir la huella de carbono del cemento.

Ampliación y protección de sumideros naturales de carbono

Se consideran altamente beneficiosos los sumideros naturales de carbono en la reducción de la concentración total de CO2 en la atmósfera. Cabe destacar algunas reservas naturales como, El Carmen (http://www.cemexnature.com/ es/el-carmen-p/ya-conoces-el-carmen/) (una reserva de vida silvestre de 140.000 hectáreas ubicada en la frontera entre Estados Unidos y México), almacena alrededor de 11 millones de toneladas métricas de CO2 almacenadas.

Implementación de captura, utilización y almacenamiento de carbono y otras tecnologías innovadoras

Es esencial que las tecnologías de separación y captura de carbono estén ampliamente disponibles para lograr las ambiciones de reducción sectorial. Participamos activamente en varios esfuerzos de investigación y desarrollo con el fin de promover tecnologías que permitan capturar, utilizar y / o almacenar carbono, así como otras tecnologías de reducción de carbono.

Tecnologías enfocadas al Cambio Climático

El hormigón juega un papel fundamental en la transformación que el mundo de la construcción requiere para mitigar el cambio climático. La gama de tecnologías de hormigón se puede caracterizar por su ligereza, porosidad, resistencia, versatilidad y una serie de características únicas que cumplen con los requisitos de rendimiento cada vez más exigentes de edificios, estructuras y ciudades sostenibles:

  • Recarbonatación de CO2 – Una característica clave del hormigón es la carbonatación – la absorción gradual de CO2 durante el ciclo de vida de las estructuras de hormigón. Durante la vida útil de una estructura construida, se puede absorber hasta el 25% de las emisiones relacionadas con la producción del cemento.
  • Eficiencia Energética – haciendo uso de la capacidad única del concreto para conservar el calor, aislar, reducir, absorber, retener, reflejar y conducir, se ha desarrollado una paleta de tecnologías de hormigón que permiten el ahorro de energía en edificios y ciudades.
  • Resiliencia – a través de ingeniería avanzada en materiales, aprovechamos la porosidad del material para desarrollar soluciones que gestionen el agua de tal manera que se pueda reducir la magnitud y/o duración de eventos climáticos como inundaciones o sequías. Además, brindamos soluciones de construcción con la capacidad de resistir incendios, huracanes y otros desastres naturales.
  • Ciclo de vida – mejoramos las características de durabilidad inherentes al concreto para desarrollar productos que puedan colocarse fácilmente en condiciones climáticas extremas y que requieran un mantenimiento mínimo durante toda la vida útil de la estructura.
  • Economía Circular, es prioridad enfocarse en el desarrollo de tecnologías para reducir tanto el consumo de materiales como el nivel de residuos generados. Por ejemplo, la tecnología de hormigón de fibra reforzada elimina la necesidad de incorporar acero en el reforzamiento de las estructuras de construcción, permitiendo el uso de elementos más delgados que lleven al uso más eficiente de estos materiales.

Así, trabajando con alternativas de hormigón de bajas emisiones de CO2, en los que se integra la innovación y mejora continua (como VERTUA, de CEMEX), se consiguen reducciones de entre el 20% y el 70 % por ciento con respecto a productos similares en características técnicas y reológicas, estando cada vez más cerca de alcanzar la meta de cero emisiones.

 

Mateo Zimmermann,

Manager de Inversiones en Cemex Ventures

Cómo combinar soluciones constructivas de alta calidad con el know-how industrial para la optimización del proceso productivo

Soluciones constructivas

El presente y futuro del sector de la edificación ha encontrado en la industrialización un modelo capaz de aportar valor, rentabilidad, calidad, seguridad y sostenibilidad al proceso constructivo.

En los últimos años, los agentes intervinientes hemos cambiado la manera de entender el sector, con proyectos de obra nueva y rehabilitación cada vez más exigentes, en los que el cliente espera calidad en un producto terminado con los menores costes y plazo de tiempo posibles. Precisamente, esta reducción en los tiempos de ejecución, un 50% menor que en la construcción tradicional, proyecta la necesidad del empleo de materiales innovadores, eficientes y duraderos, que en su conjunto logren una reducción de la huella de carbono.

En este sentido, la industrialización se ha convertido en una revolución en sí misma, impulsada por sus beneficios: un mejor control de la calidad, una reducción de residuos, una mayor eficiencia energética de materiales y procesos y una mano de obra especializada que favorece la incorporación de la mujer.

ALIENACIÓN CON LOS ODS

Aunque el mercado de la edificación modular se sigue viendo como una fabricación a medida, la tendencia es la reducción de componentes y de la complejidad del diseño, con el aumento de la producción potencial.

El desafío está, por lo tanto, en seguir utilizando las técnicas de construcción tradicionales, pero desde un enfoque de producción en cadena, como la de la automoción, con costes reducidos y mayores niveles de eficiencia y calidad. De ahí la importancia de saber combinar productos de construcción de alta calidad con el know-how industrial para optimizar los procesos productivos.

En este sentido, la experiencia en otros sectores como el transporte, la marina o, más concretamente, en la fabricación de componentes para vehículos, permite implementar modos de producción con los que optimizar el proceso, utilizando para ello tecnologías claves especialmente desarrolladas en este entorno. Asimismo, este mismo conocimiento facilita la extensión al sector de la construcción de soluciones de probada solvencia con las que se logra mejorar el proyecto constructivo reduciendo, además, su impacto ambiental.

Si bien existe un amplio eco en los medios de comunicación relacionado con la construcción industrializada, el éxito de esta propuesta desde el prisma de la sostenibilidad es clave para garantizar el futuro de nuestra industria.

Para conseguir avanzar hacia una edificación industrializada sostenible y eficiente, el sector tiene que alinear su cadena productiva con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que buscan una reducción de las emisiones de CO2 a través de la optimización y la electrificación de los procesos internos. El objetivo es alcanzar un 100% en el uso de energías renovables.

“Más valor, menos impacto” es la estrategia en sostenibilidad que tiene que calar en el sector de la industrialización e influir positivamente en los ODS a través de un trabajo responsable y eficiente.

Y es que, el impacto local que tiene la construcción industrializada, unido a la consiguiente reducción en la manipulación de materiales y a la disminución de la cantidad de residuos producidos en obra, hacen que este método de construcción sea más sostenible.

La reducción en el consumo de energía, la innovación y la eficiencia operacional debe estar en el ADN del proceso, pero sin desligar la investigación, el desarrollo y la comercialización de soluciones más sostenibles, en combinación con altas prestaciones y, al mismo tiempo, invertir estratégicamente para la mejora de la eficiencia energética.

METODOLOGÍA DE TRABAJO

En SIKA hemos conseguido optimizar, mejorar y agilizar los proyectos de construcción industrializada en base a una metodología de trabajo que aporta soluciones globales desde el sótano hasta la cubierta, la automatización para la reducción de costes, unos tiempos de producción rápidos para reducir ciclos y aumentar el rendimiento, el desarrollo y la producción de soluciones y servicios de alta calidad para cumplir con las regulaciones de construcción locales e inter nacionales, así como el apoyo de expertos que combinan su conocimiento industrial con los productos de construcción. También impulsamos la seguridad de los edificios con sistemas de protección contra incendios y la mejora de su solidez estructural mediante el uso de los adhesivos más tecnológicos.

Estamos convencidos de que llegará un momento en el que, simplemente con nombrar construcción industrializada, nuestro pensamiento nos lleve a la edificación sostenible. Conocemos las claves para la reducción de la huella ecológica y las estamos implementando con éxito.

No hay que olvidar que la construcción es responsable de casi un 40% de las emisiones de CO2 y del agua consumida en el mundo, lo que hace necesario el uso de tecnología innovadora que facilite el empleo de soluciones constructivas secas.

Debemos apostar por una gestión responsable de los recursos y los costes, con el compromiso de reducir el consumo de energía, aumentar al máximo el uso de energía renovable, reducir el consumo de agua y la generación de residuos por tonelada vendida y, por último, aumentar el residuo destinado a su reutilización.

COMPARTIR CONOCIMIENTO

Para conseguirlo, el mercado de la construcción industrializada debe saber retroalimentarse con los conocimientos y las ideas positivas de proveedores clave. Los fabricantes no debemos intentar reinventar la rueda sino innovar.

Es igualmente enriquecedor y valioso participar en Clúster o Plataformas en donde poder compartir experiencias. El desafío es que la industria trabaje de forma conjunta y coordinada, creando colaboraciones y desarrollando relaciones con los proveedores más adecuados para cada proyecto modular.

En este camino por situar la sostenibilidad en el centro de la producción industrializada, es responsabilidad del tejido productivo aportar soluciones que reduzcan la huella ambiental del inmueble, mejorando la salud y el confort de sus ocupantes. Soluciones como las cubiertas verdes, que ahorran energía y aminoran el efecto isla de calor, y las cubiertas frías, que consiguen un ahorro anual de, al menos, un 10%.

Para ello, la investigación es clave. Es imprescindible realizar minuciosas pruebas e investigaciones que garanticen la alta calidad de las soluciones durante todo su ciclo de vida.

 

Carlos Fortes

Responsable de Sostenibilidad de Sika España

La climatización sostenible en el hogar

La climatización sostenible en el hogar

Numerosos estudios concluyen que el confort térmico en el interior de los edificios repercute directamente en la salud de las personas. El confort térmico sería la consecución del bienestar que se experimenta cuando conseguimos obtener la temperatura que nos hace sentir plenamente a gusto, muy lejos de aquel estado que tenemos cuando sentimos frío o calor. Aunque dos personas pueden tener sensaciones térmicas muy distintas en un mismo espacio, existe un punto de encuentro en el que todo el mundo puede estar cómodo con la temperatura que se establece.

El índice de confort térmico se puede calcular, y para ello se miden distintas variables. Los parámetros que se utilizan para medir el confort térmico se pueden dividir en dos grupos: los que dependen de factores externos y los que están relacionados con las características individuales de las personas. Conseguir este estado de confort debe ser uno de los objetivos primordiales a lograr en cualquier construcción futura, pero con el reto añadido de conseguirlo de manera sostenible, sin consumir un exceso de energía para obtenerlo. La sostenibilidad es un eje básico en los sistemas de climatización en todos los edificios, más teniendo en cuenta que el 36% del consumo energético de los edificios de la UE corresponde a la climatización (calefacción, refrigeración y agua caliente). Las personas y el planeta disfrutarán de las consecuencias de disponer de un sistema de climatización sostenible, tanto a corto plazo (confort) como a largo plazo (descarbonización).

Los fabricantes de equipos y sistemas debemos ofrecer el compromiso a la sociedad de invertir continuamente en I+D para desarrollar productos y servicios orientados a los objetivos de desarrollo sostenibles. Las generaciones futuras lo agradecerán.

¿Por dónde pueden pasar estas soluciones sostenibles?

1. EL USO DE TERMOSTATOS AHORRA HASTA UN 25 % DE ENERGÍA

“Salgo de casa y me acuerdo de que he dejado la calefacción encendida”, “vamos a estar en casa hasta la tarde y no quiero que la calefacción esté funcionando todo el día, gastando y consumiendo de forma innecesaria” … Abro una aplicación desde el móvil para el control de la calefacción y la apago. Tan sencillo como esto es el control de la calefacción o el aire acondicionado desde el móvil.

En los últimos años, la innovación en los termostatos ha sido espectacular. Hace años los termostatos se comunicaban con las calderas por cables, que posteriormente dieron paso a otros sistemas de comunicación como los inalámbricos, basados en ondas de radio, pero sin duda, el gran avance que se ha dado en este ámbito ha sido la llegada de internet y su integración en los termostatos. Si una palabra define a las últimas generaciones de termostatos es la conectividad. Que un termostato esté conectado a internet nos permite un control total sobre nuestros equipos de aire acondicionado o calefacción y además nos permite hacerlo sin tener que estar presentes, pudiendo tener acceso a la gestión de los equipos desde cualquier lugar.

Además de las funcionalidades como apagar, encender, realizar programaciones horarias, consultar el consumo energético o ajustar la temperatura, los termostatos también hacen posible detectar anomalías de funcionamiento o recibir avisos, de tal manera que podamos contactar con el servicio técnico automáticamente, agilizando el proceso y minimizando las molestias de quedarnos sin servicio de calefacción.

Indiscutiblemente la conectividad ayuda a ahorrar energía, ya que permite que no tengamos encendida la calefacción o el aire acondicionado si no es necesario o ajustar la temperatura en periodos diferentes del día (noche, día, etc…). Se calcula que el uso de termostatos permite ahorrar hasta un 25% de energía por lo que además de comodidad, seguridad y funcionalidad, harán que la factura se reduzca.

2.  EL USO DE TERMOSTATOS EVITA LOS PICOS DE CONSUMO ELÉCTRICO A LO LARGO DEL DÍA

Con la entrada en vigor del nuevo sistema de tarifas eléctricas en nuestro país, los termostatos permiten hacer una fácil programación horaria que adapte los consumos eléctricos del sistema a las tarifas más baratas. Lo que permitirá una reducción de la factura eléctrica del propio usuario y ayudará al objetivo global de aplanar la curva de demanda diaria del país. El objetivo establecido a nivel europeo para una producción de electricidad 100% renovable pasa, sin duda, por evitar los picos de consumo a lo largo del día.

Es indudable que nuestro estilo de vida ha cambiado, y que cada vez demandamos más y mejores soluciones que se adapten a ella. El presente son funcionalidades como la geolocalización, con la que el usuario no tiene que acordarse de encender la climatización desde el móvil antes de llegar a casa, sino que, de forma totalmente automática, puede programar que el termostato reconozca que te estás acercando a tu vivienda y ajustar la temperatura de tal manera que la encuentre en las condiciones de confort deseadas.

El futuro es centrarse en el usuario y adaptarse a él. Porque, al fin y al cabo, nuestras necesidades de confort varían a lo largo del día y de una persona a otra, y ese es el gran reto para los termostatos en adelante, proporcionar a cada usuario el confort que necesite en cada momento con soluciones ágiles y eficientes.

3. LA AEROTERMIA, SOLUCIÓN DE FUTURO PARA REDUCIR EL CONSUMO ENERGÉTICO

La calefacción representa el 41% del consumo energético de nuestra vivienda. Ello le da una especial relevancia al tipo de equipo que tengamos. Las calderas de condensación y las bombas de calor por aerotermia son las que nos ofrecen mayor eficiencia con cualquier tipo de instalación, y además pueden combinarse con energías renovables como la solar térmica y fotovoltaica.

El gasto energético destinado a producir agua caliente sanitaria es el segundo en importancia y representa un 26 % del total. Para ahorrar energía en este servicio indispensable en nuestro hogar es muy importante disponer de un aparato que ajuste la potencia a las necesidades reales que puedan darse en cada momento.

La energía solar nos ofrece la posibilidad de precalentar el agua, llegando a prescindir en muchos casos del uso del generador de calor, y maximizar el uso de energía 100% renovable.

4. SALUD Y BIENESTAR SOSTENIBLES

Los factores externos que influyen en la temperatura en el hogar pueden ser los factores medioambientales. Normalmente, cuando pensamos en que tenemos frío o calor, solamente reparamos en la temperatura, pero hay otros factores que influyen. Entre los medioambientales, se tiene en cuenta, efectivamente, la temperatura del aire, pero también su velocidad, la humedad ambiental y la temperatura radiante media.

Los equipos de climatización conectados permiten ajustar automáticamente la temperatura hasta encontrar el punto de confort adecuado en cada estancia y en cada usuario. También se podrán ajustar otros parámetros que afectan al bienestar como el volumen de renovación de aire de la vivienda y la humedad relativa.

5. BIG DATA, HACIA UN MANTENIMIENTO SOSTENIBLE

La conectividad que nos ofrecen hoy las nuevas tecnologías nos permite el almacenamiento central de los datos de cualquier aparato: nos explican su rendimiento, su eficiencia, sus posibles fallos… de manera absolutamente eficaz. Todos estos datos nos sirven para su posterior análisis y derivan en mantenimientos predictivos, es decir, nos permiten actuar antes de que se produzca la avería. El “big data” hace real avanzarse a posibles incidencias técnicas.

Este mantenimiento remoto mejora absolutamente el ciclo de vida de los equipos porque aumenta su uso y reduce la generación de residuos.

Los equipos de climatización conectados permiten el mantenimiento remoto, que engloba actividades diversas basadas en el acceso a distancia. Con ellas se minimizan los tiempos de trabajo y de viaje, y por tanto costes de visitas de técnicos (desplazamiento, consumo del vehículo, etc…). A la vez que se reducen los lapsos de inactividad, con lo que el usuario disfruta de un confort continuo sin sorpresas ni contratiempos desagradables.

Jaume Alcover,
Director de Marketing de BAXI

Ventajas para un fondo, promotor o ayuntamiento de un sistema industrializado

Sostenibilidad en la construcción

A estas alturas, de sobra es conocido sobre qué tres factores se sostiene el concepto Sostenibilidad: el Económico, el Social y el Medioambiental.

Como apunte, sólo añadir que también hay corrientes avaladas por la UNESCO que ya incluyen un cuarto factor, el “cultural”, poniendo el acento, de forma muy acertada, en que la cultura determina la forma de actuar de las personas en el mundo.

Hoy, los agentes que formamos parte del sector de la edificación, desde Inversores, Empresas promotoras, constructoras y, como no, Administraciones Públicas, tenemos el compromiso y deber hacia la sociedad de tomar decisiones poniendo en equilibrio estos conceptos. Cuando las empresas o los administradores públicos toman sus decisiones estratégicas preponderando en exceso uno de estos factores, cabe pensar que el económico, aunque no siempre, en el caso de las primeras y el social o medioambiental en el caso de las segundas, tarde o temprano se van a producir desequilibrios en sus consecuencias que, la mayoría de las veces, se traducirán en externalidades negativas que terminan afectando al conjunto de la sociedad. El futuro sostenible sólo es posible teniendo en cuenta los tres (cuatro) factores de la Sostenibilidad, no uno de ellos.

Hasta hace algún tiempo, las empresas tomaban sus decisiones basadas principalmente en el factor económico, es decir, preponderando uno de los factores por encima de los otros o, peor aún, teniendo en cuenta solamente uno, su cuenta de resultados. Sobra decir que una empresa tiene el objetivo legítimo de ganar dinero, de generar valor para sus accionistas y, de hecho, una empresa no será sostenible si no obtiene beneficios; ahora bien, la clave radica en la forma que tiene de ganar dinero, cómo lo hace y qué consecuencias tiene, no sólo para sus “stakeholders” sino para el conjunto de la sociedad.

Por su parte, las Administraciones Públicas deben asumir el papel de impulsores y dinamizadores de la Sostenibilidad en el conjunto de la sociedad, estableciendo políticas en las que, nunca olvidando sus tres (cuatro) factores, generen un marco de actuación favorable. En este contexto, la administración no tiene que actuar desde una situación de poder, sino como impulsora de la RSE, por ejemplo, cómo afecta una licitación cuando en los pliegos incluyen requisitos concretos en sostenibilidad o de qué forma podemos gestionar las licencias de construcción para reducir los tiempos improductivos de un proceso de edificación.

Dicho lo anterior y entrando en materia, la Construcción Industrializada aporta una serie de ventajas que nos permite a los agentes de la edificación, participar en el cumplimiento y respuesta a estos tres criterios básicos de sostenibilidad.

Económico

Como ya se ha mencionado, aparte de ser un objetivo lícito, es una obligación para los responsables de las empresas el tomar decisiones que impacten positivamente en su cuenta de resultados y para los administradores públicos en gestionar los fondos públicos de la forma más eficiente posible. La CI cuenta con ventajas que impactan de lleno en este factor, la reducción de plazos e incertidumbres y el incremento en la eficiencia en las operaciones, suponen una optimización de recursos y, en consecuencia, una optimización del coste. Tómese en cuenta desde que se inicia un proyecto hasta que se entrega el edificio a su destinatario, raramente se producen periodos inferiores a tres años, la incertidumbre asociada al plazo se traduce en riesgo y este a su vez en coste. Como reflexión, tómese como ejemplo en una operación Build to Rent, lo que puede suponer reducir un plazo en 12 meses y anticipar la obtención de ingresos durante este periodo. Una vez la CI demuestra esta reduc – ción de plazos, no habrá inversor sea público o privado que ponga en duda su interés por el modelo, ya que estaremos respetando el factor económico.

Medioambiental

Múltiples factores inciden directamente en este factor. La generación de residuos, las emisiones de CO 2 , el consumo de agua. La CI aporta una importante ventaja al producir las soluciones en serie, bajo un entorno controlado, sometido a indicadores constantes que permiten optimizar el uso de re – cursos energéticos y materiales. La gestión de los residuos en un entorno fijo e industrial es mucho más controlada que la generada insitu en la obra. Por su parte, la gestión del transporte de materiales a obra y posterior transporte de residuos a vertedero aumenta las emisiones de CO 2 . La CI responde directamente al componente Medioambiental.

Social

Del mismo modo que en lo medioambiental, hay múltiples factores a tener en cuenta de cómo la CI puede contribuir en el ámbito social, vayan a continuación solo tres ejemplos tales como: la “Democratización de la calidad en la edifica – ción”, llevándolo al símil de la industria del automóvil, un vehículo puede tener más o menos opciones que dirigen eproducto a un perfil de cliente determinado por su poder adquisitivo, pero nunca se pone en duda la fiabilidad o seguridad por muy básica que sean sus opciones. En la CI se seleccionarán distintos acabados en función de las necesidades y gustos del público, pero el confort y calidad interior del edifico estará garantizado por un mayor control de la ejecución, esto permite obtener viviendas de muy alta calidad y confort, por ejemplo, para aquellos colectivos con mayores dificultades de acceso a la vivienda, como es el caso de los jóvenes. Si hablamos de género, según el Observatorio de Igualdad y Empleo (2018) el porcentaje de mujeres en la Construcción se queda en un 8% mientras que en la Industria general representan cifras en el entorno del 25 %; si bien aquí queda mucho por hacer en todos los ámbitos, mucho más en el sector de la construcción, en la medida que este vaya incorporando procesos industriales, se facilitará la incorporación de la mujer.

Como reflexión final, haciendo el análisis específico de los criterios sostenibles, para un Fondo de Inversión, un Promotor o Ayuntamiento, que el desarrollo de sus actuaciones vinculadas a la construcción sea a través de un sistema de construcción industrializado, tiene la ventaja de dar respuesta a los retos en lo económico, social y medioambiental de forma directa, las características de la CI hacen que esta sea intrínseca a la Sostenibilidad.

Empresas inversoras, promotoras y constructoras interesadas en cumplir con la triple cuenta de resultados, verán la CI como un aliado para el logro de los objetivos, podrán mejorar rentabilidades económicas al tiempo que reducen sus externalidades negativas, como el impacto al medioambiente, en el ámbito social se democratiza la calidad de los hogares, la seguridad en el trabajo, el confort de los edificios… contribuyendo directamente a la mejora de la calidad de vida de sus usuarios.

Las ventajas que tiene la CI frente a sus posibles barreras, casi más de mentalidad y pensamiento que de razón, irán paulatinamente abriéndose paso en el sector hasta su normalización, en algunos casos con buenas combinaciones entre lo industrializado y tradicional, otras más radicales hacia lo industrializado. Para los más escépticos del modelo: será difícil en un futuro más próximo que lejano, ver un proceso de edificación que no incorpore de facto la CI.

Javier Bermejo Amarillo,

Director General de Profine Iberia – KÖMMERLING

De Smart Home a Green Home: cambiar nuestros hogares para que sean emisores cero netos de carbono

De Smart Home a Green Home

Dotar de conectividad a nuestros hogares nos hace la vida mucho más fácil. Sin embargo, debemos pensar más allá del confort. Actualmente, los edificios residenciales tienen un gran impacto sobre el medioambiente: consumen el 25% del total de la energía eléctrica en España y son responsables del 34% de las emisiones de CO2. Tampoco ayuda el hecho de que, en España, el 80% de los edificios tiene más de 30 años (es decir, que tienen una baja o nula eficiencia energética).

A todo esto se suma que, en un futuro cercano, la carga de vehículos eléctricos y la electrificación de la calefacción harán que el consumo de electricidad de los consumidores se duplique para 2050. Si esta trayectoria sigue así, veremos nuestras facturas eléctricas dispararse un 70%, por no hablar de las emisiones de CO2. Y la paradoja es que, al mismo tiempo, tenemos ambiciosos y necesarios objetivos de sostenibilidad: la neutralidad climática deberá ser una realidad para 2050.

¿Es realista? Si, con la ayuda de la digitalización, y pasando de un enfoque Smart Homes a otro de Green Homes.

LA CLAVE EN LA VISIBILIDAD Y LA GESTIÓN

Los consumidores todavía entendemos muy poco cómo funcionan nuestros hogares. Recibimos una factura que nos dice cuánta energía hemos consumido, pero no sabemos cuándo, dónde, cómo… Así es imposible gestionar la energía de forma eficiente.

Las tecnologías inteligentes, en cambio, nos ofrecen la visibilidad necesaria para entender mejor nuestro consumo energético y ajustarlo en base a unos objetivos, alcanzando mayores eficiencias, lo que puede redundar en ahorros de hasta el 30%. Pero, para dotar de inteligencia a un edificio no basta con instalar sensores y recopilar datos: éstos deben convertirse en acciones tangibles para obtener su verdadero valor y para que, en cada momento, se consuma únicamente lo necesario y, así, acabar reduciendo a la mínima expresión las emisiones de CO2.

La clave en este sentido es realizar una gestión de la energía en nuestros hogares, a través de softwares y plataformas que conecten nuestros dispositivos inteligentes y nos permitan gestionarlos fácilmente. La tecnología necesaria para ello ya existe, gracias a dispositivos de fácil instalación y gestión, sin que sea necesario realizar grandes obras o inversiones, que permiten controlar y automatizar nuestras rutinas, anticipándose a las necesidades diarias y aprendiendo -y optimizando- de nuestros consumos, a través de una simple app.

Si además le sumamos Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning, conseguiremos viviendas emisoras cero neto de carbono, en tiempos relativamente breves. Quizás en menos de diez años. La IA aprenderá y anticipará cuándo, dónde y cuánta energía se requiere para iluminar, calentar y alimentar de manera eficiente los hogares. Podremos identificar la mejor fuente de energía para usar en cada momento para reducir costes.

Al ayudar a los consumidores a comprender y controlar mejor su energía, nos acercaremos cada vez más a un futuro de hogares Cero Netos, capaces de generar, gestionar, controlar, almacenar e incluso revender energía de manera no sólo inteligente, sino incluso autónoma.

NORMATIVA Y AYUDAS

Todo ello no sería posible, sin embargo, sin una firme apuesta desde las administraciones públicas (AAPP). Tanto desde la UE como desde el Gobierno español se han impulsados nuevas regulaciones orientadas en este sentido. El Green Deal de la UE, la Renovation Wave y la Energy Performance of Buildings Directive son algunos ejemplos, dando lugar a varias líneas de ayudas para que empresas y personas podamos avanzar en este camino.

Es el caso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española, que busca facilitar la recuperación económica del país tras la pandemia, pero siempre basándose en una modernización y un compromiso de sostenibilidad. Entre 2021 y 2023, el plan habilitará una inversión de 72.000 millones de euros.

Con la llegada de los Fondos Next Generation se espera que 6.820 millones de euros se destinen a proyectos de rehabilitación de edificios y viviendas para mejorar su eficiencia energética y reducir la huella de carbono del sector. Y si sumamos las cantidades correspondientes a las ayudas de los planes estatales, en los próximos dos años está previsto que se reciba un total de 72.000 millones de euros que ayudarán a mejorar la situación del parque de edificios, centrándose en la instalación de soluciones tecnológicas que garanticen la eficiencia energética.

Cabe destacar ayudas como las de los Programas PREE y MOVES (II y III). El Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE) regula las ayudas para la rehabilitación energética en edificios existentes. Ofrece ayudas directas para la mejora de la eficiencia energética de la envolvente térmica, de las instalaciones térmicas y de las instalaciones de iluminación. Por otro lado, el Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (MOVES) busca promover la implantación de una movilidad eficiente y sostenible, entre ellas para la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en edificios.

Estamos ante una etapa de grandes cambios y de oportunidades, en la que como profesionales podemos contribuir a que la tecnología revierta en la sostenibilidad de nuestros hogares. La tecnología ya existe y las ayudas también. Ahora nos toca asumir nuestro rol para lograr un futuro sostenible y actuar en consecuencia.

 

Patricia Pimenta,
Vicepresidenta de Home & Distribution Iberia en Schneider Electric

Industrialización y sostenibilidad: Grandes palancas para la financiación

Construcción de viviendas

El sector inmobiliario nacional se encuentra ante uno de los mayores retos de su historia. Un cambio de modelo estructural que adecúe sus métodos más tradicionales de gestión y desarrollo a las necesidades actuales de la sociedad moderna.

Tras unos años duros, que han servido para afianzar el nivel de profesionalización en todos los ámbitos de la cadena, ha llegado el momento de dar el paso definitivo hacia la verdadera eficiencia y sostenibilidad de nuestro sistema. Y en respuesta a esto, la construcción industrializada emerge como uno de los puntales en los que construir esta nueva etapa y dar soluciones reales al impacto que la construcción tradicional tiene a muchos niveles.

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como de los consumos energéticos, la optimización del empleo de materias primas o una menor generación de residuos de difícil valoración son sólo algunas de las muchas ventajas que ofrece este nuevo modelo. Además, tenemos la oportunidad de avanzar hacia un entorno mucho más digitalizado, controlado y eficiente.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas vienen marcando la ruta a toda la industria desde hace años, permitiendo a las grandes y pequeñas compañías alinear sus estrategias corporativas a un modelo de crecimiento eficiente y provechoso. Los inversores, tanto nacionales como internacionales son ahora plenamente conscientes de ello exigiendo una planificación y políticas de acción que permita incrementar su valor como firmas fiables y comprometidas. En CULMIA, el alineamiento con los ODS nos brinda la oportunidad de orientar el modelo sostenible hacia un objetivo claro y medible.

No es de extrañar que durante y después de la pandemia, los retornos generados por los fondos de renta variable sostenible en países como Estados Unidos superaran a los obtenidos por los fondos tradicionales. Asociar la inversión sostenible a una caída del rendimiento es ya un concepto del pasado. El aumento del interés por las inversiones sostenibles es la señal inequívoca de la toma de conciencia de cada vez más empresas sobre la importancia de implementar prácticas basadas en los criterios ESG.

El sector inmobiliario no es ajeno a esta tendencia y debe trabajar teniendo presente que el objetivo último del concepto de sostenibilidad es satisfacer las necesidades de la generación actual sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Para ello, el desarrollo sostenible debe mantener el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social. Los nuevos proyectos cuentan ya con un marcado perfil sostenible que son imprescindibles tanto para la búsqueda de financiación como para levantar el interés de los inversores.

COLABORACIÓN A TODOS LOS NIVELES

La Sociedad demanda, por tanto, un objetivo de Sostenibilidad claro. Nuestro sector es uno de los mayores generadores de emisiones de CO₂ (actualmente casi el 30% de emisiones globales) y consumidores de energía, por lo que todos los agentes deben dirigir sus pasos y procesos hacia ese objetivo de eficiencia. Los arquitectos e ingenieros diseñan edificios más eficientes desde el punto de vista de consumo energético, mediante elementos pasivos o activos de alta eficiencia. Los constructores e industriales ejecutan las obras tratando de disminuir consumos energéticos, huella de carbono y generación de residuos. Y no debemos olvidar a otro agente fundamental en la cadena, las entidades financieras. Son ellas las que permiten financiar los proyectos y la compra de las viviendas al cliente final y resultan fundamentales para acelerar el desarrollo sostenible de los futuros proyectos.

Para ser capaces de disminuir la huella de carbono, promoviendo la economía circular y la correcta gestión de residuos, diseñando y ejecutando edificios con alta eficiencia energética, así como mejorando las condiciones laborales del sector, resulta imprescindible tener claros los objetivos y pasos a seguir. Pero, sobre todo, es necesario ser eficiente en todos los procesos. En el sector promotor y constructor, el éxito para ser más eficientes pasa por una apuesta por la digitalización de los procesos y por su desarrollo desde un enfoque colaborativo entre proveedores, industriales, arquitectos, constructores y promotores bajo el paraguas de las técnicas de planificación Lean, que aseguran una minimización y eliminación de errores y defectos. No hay ninguna duda de que la fórmula para conseguir esto actualmente pasa por el desarrollo de un modelo de construcción industrializado.

COMPROMISO Y CONCIENCIACIÓN BANCARIA

Somos ya conscientes de que cada vez más, las entidades financieras y fondos de inversión, así como las administraciones públicas están valorando la ejecución de estos proyectos sostenibles que ayuden a disminuir las emisiones de CO2, el consumo de energía y los residuos. Es importante tener presente que se trata de una financiación que aplica a todos los niveles, tanto en la fase de construcción y desarrollo como en la fase de uso por parte del cliente final. Las hipotecas verdes, las que bonifican el interés, ofrecen tipos más bajos o eliminan la comisión de apertura si la vivienda es eficiente energéticamente, son ya una realidad en cualquier oficina bancaria. Las grandes entidades están cada vez más implicadas, lo que sin duda ayudará también a hacer evolucionar el negocio inmobiliario.

La forma de colaborar por parte de las entidades financieras en la sostenibilidad se basa en ofrecer mejores condiciones económicas en proyectos y/o viviendas que tengan una alta eficiencia energética, en comparación con el resto de los proyectos. La mayor parte exigen que el Certificado de Eficiencia Energética (CEE) alcance la calificación de A o B, lo que sin duda ha impulsado su desarrollo en toda la industria. De hecho, desde el 2015, en una apuesta clara por esta preocupación de la Sociedad, CULMIA mantiene como requisito de diseño que todos sus proyectos tengan una calificación A o B. Asimismo, y como un nuevo paso hacia un modelo realmente comprometido con la eficiencia y la sostenibilidad, venimos trabajando también en el desarrollo de nuestro propio Certificado de Vivienda Sostenible y Saludable, que contará con unos estándares definidos, y que esperamos poner en marcha en todas nuestras promociones durante los próximos meses.

Desde el punto de vista del cliente final, el modelo industrializado y sostenible no sólo ofrece ventajas desde el lado de la financiación, los consumos energéticos objetivamente menores en un momento en el que el precio de la electricidad viene marcando máximos históricos será también diferencial para avanzar durante los próximos años en esta materia.

Mención aparte merece también el sector público, que será uno de los principales dinamizadores de la construcción industrializada y los nuevos modelos sostenibles. La Administración conoce que sus recientes y próximos proyectos en materia de Built to Rent y la vivienda asequible deben tener ese componente de sostenibilidad aplicada en los edificios proyectados y construidos para asegurarse unas mejores condiciones de financiación y menor coste de mantenimiento futuro.

Finalmente, anotar que actualmente y en el corto plazo, los grandes inversores y financiadores vienen fijando sus intereses en aquellos parámetros que sean capaces de mejorar la eficiencia energética. Pero a medio plazo, tengamos presente que una vez estandarizado que todos los proyectos cuenten con un consumo energético casi nulo, los proyectos mejor bonificados serán aquellos que sean capaces de desarrollar una mejor economía circular, asegurando que se continúa disminuyendo la huella ecológica del sector a todos los niveles. La mayor reutilización de los materiales (actualmente sólo se alcanzan en Europa porcentajes del 20-30%) podrá ahorrar también una cantidad ingente de las emisiones de CO2 generadas.

 

Juan Manuel Borrás,

Director de Operaciones de CULMIA

Reducir las emisiones de CO₂ como responsabilidad corporativa

Responsabilidad corporativa

La responsabilidad corporativa de reducir las emisiones de CO2 y descarbonizar se ha convertido en un asunto fundamental para las empresas.

La responsabilidad corporativa de reducir las emisiones de CO2 y descarbonizar se ha convertido en un asunto fundamental para las empresas impulsada, además, por el importante objetivo de conseguir cero emisiones netas de CO2 para 2050. En 2025 el objetivo es haber reducido estas emisiones en un 30%, y para 2030 un 50% o más.

EL DESAFÍO DE LOGRAR LA NEUTRALIDAD DE CARBONO:

Dado que el aire acondicionado consume una gran cantidad de energía y emplea refrigerantes, reducir las emisiones de CO2 en este sector se convierte en un gran desafío cuya solución pasa por tres hitos principalmente: expandir el negocio de las bombas de calor aire-agua, incrementar la presencia de dispositivos inverter de ahorro de energía en los edificios y promover el uso de refrigerantes regenerados y de bajo PCA.

¿Cuáles son las acciones principales para conseguirlo?

    1. Reducción de emisiones de CO2 durante la fabricación (procesos de desarrollo / producción). Para reducir y controlar las emisiones de CO2 , HFC, PFC y otros contaminantes provocados por la energía en los procesos de desarrollo y producción en la fase de fabricación, es fundamental utilizar las materias primas de manera más eficiente, reutilizar y reciclar los desechos emitidos, utilizando, por ejemplo, envases retornables.
    2. Acelerar el cambio de los sistemas de calefacción de agua de tipo combustión a los de tipo bomba de calor. En Europa y Norteamérica es prioritario acelerar la conversión de las calderas de combustión a las bombas de calor aire-agua para reducir las emisiones. Los objetivos por regiones son: • Europa: lograr alcanzar el número uno de cuota de mercado en los principales países • Norteamérica: acelerar las ventas de la bomba de calor inverter
    3. Continuar promoviendo el cambio a R32 a nivel mundial. Se planea que la proporción de R32 para los aires acondicionados domésticos supere el 95% para 2025. También es necesario trabajar para construir un ciclo ecológico de refrigerante que realice la recuperación, reciclado y destrucción de refrigerantes, y promover el desarrollo de refrigerantes y equipos de nueva generación que utilicen refrigerantes de bajo PCA, lo que permitirá reducir las cargas en los equipos.
    4. Crear nuevas iniciativas comerciales relacionadas con el medio ambiente para la expansión del mercado y las contribuciones a la reducción de CO2. Dos ejemplos: • Ciudades inteligentes: incentivar proyectos de desarrollo urbano sostenible en todo el mundo. • Creación de energía: mejorar la línea de productos de generación de energía micro-hidroeléctrica.
    5. Desarrollo de tecnologías para lograr una sociedad neutra en carbono. Aunque se espera que el cambio a fuentes de energías renovables se acelere en todo el mundo, se dice que en 2050 seguirán existiendo fuentes de energía que emiten CO2, por eso, la investigación en tecnologías de vanguardia sobre descomposición, recuperación y reutilización de CO2 es fundamental. Ejemplos de proyectos específicos en esta línea:
    • Explorar tecnología para la separación, recuperación directa y reutilización de CO2 a temperatura ambiente.
    • Establecer una hipótesis para una sociedad con cero emisiones netas de CO2.

ECONOMÍA CIRCULAR

Para reducir las emisiones de gases nocivos para el medioambiente, también es esencial utilizar los recursos de la manera más eficiente posible durante los procesos de desarrollo y producción. Por ejemplo, Daikin lleva a cabo la iniciativa 3R & Repair con la que pretende aplicar la conocida regla de ‘reducir, reutilizar y reciclar’, además de ‘reparar’, al desarrollo y diseño de producto, así como en los materiales de embalaje.

    • Reducir: Hacer los productos más pequeños y ligeros sin sacrificar la eficiencia energética hace que se utilicen menos recursos. Por ejemplo, Daikin redujo el peso de EcoZEAS, en la serie SkyAir para oficinas pequeñas en un 10 – 15% respecto al modelo convencional con la adopción de un nuevo compresor inverter oscilante.
    • Reutilizar: aprovechar componentes que ya no se utilizan y darles una segunda vida. Por ejemplo, en las piezas que han sido reemplazadas y que contienen múltiples componentes, como placas de circuito impreso, se puede reparar cualquier mal funcionamiento o reemplazar los componentes desgastados para poder utilizarlos como repuesto en otros productos, tras pasar las pruebas de calidad que aseguren el buen funcionamiento.
    • Reciclar: desarrollar y diseñar productos en los que es fácil separar las piezas para reciclarlas correctamente, así como utilizar plásticos reciclados como materiales de construcción de dichos productos. En 2019, por ejemplo, se elimina la superficie pintada de las piezas de plástico de la unidad interior Stylish Flow de la serie de SkyAir para tiendas y oficinas pequeñas, aumentando así la tasa de reciclaje.
    • Reparar: hacer que los productos aumenten su vida útil para emplear menos recursos. Con este fin, Daikin ha fortalecido su sistema de reparación estableciendo puntos de servicio repartidos por toda la geografía para atender las solicitudes de los clientes y responder a sus preguntas y consultas relacionadas con los productos.

Para reducir el impacto medioambiental en su conjunto, no solo es necesario considerar las emisiones de CO2 de los refrigerantes, sino la eficiencia total del sistema. Para ofrecer la mejor eficiencia estacional, es importante contar con tecnologías que permitan ahorrar energía con temperatura de refrigerante variable, con la tecnología Inverter, la tecnología de recuperación de calor, los filtros que se limpian por sí solos para maximizar el confort o la eficiencia en todo momento o las plataformas de monitorización que permiten el uso inteligente de la gestión de edificios para hacer seguimiento constante del consumo energético y evitar el derroche de energía al mismo tiempo que se mejora el mantenimiento para garantizar una larga vida útil.

LOS PRIMEROS PASOS HACIA UN FUTURO MÁS VERDE:

Siguiendo estas bases, se consiguen resultados medibles a corto plazo que marcan el camino hacia un futuro más sostenible, como muestran los siguientes hitos de Daikin en 2019:

    • Reducción de 68 millones de toneladas de CO₂ durante el ejercicio de 2019 gracias a la creación de productos conscientes con el medio ambiente.
    • Reducción de un 76% el ratio de emisiones de gases de efecto invernadero durante la fabricación de productos, lo que equivale a 1,28 millones de toneladas de CO2.
    • Aumento en un 97% las ventas de aire acondicionado con tecnología inverter y con refrigerantes de menor potencial de calentamiento global.
    • 39 fábricas del grupo Daikin certificadas con el título Green Heart Factories.
    • Realización de actividades para la preservación de los bosques junto a organizaciones locales e internacionales que equivalen a la reducción de 7 millones de toneladas de CO₂.

 

Jesús María Martínez Bautista,

Manager de Consulting Sales & Key Accounts Daikin

La industrialización se vuelve imprescindible en el proceso constructivo: un futuro con racionalidad, economía, tecnológicamente avanzado y de consumo energético casi nulo

Industrialización en el proceso constructivo

En la industrialización de la edificación, por primera vez en su historia, existe una evolución que añade a la aportación tecnológica la no menos fundamental aportación metodológica.

Un proceso innovador en la construcción que se lleva a cabo por la totalidad de los diferentes partícipes, con un sentido práctico en busca de eficacia, seguridad, flexibilidad y sostenibilidad. Todos participan, todos se involucran, todos son imprescindibles.

Como ya aventuraron los profesores A. del Águila y J. Monjo, “…al fin hay un acercamiento de la industria a la arquitectura, a las necesidades reales de vivienda que la sociedad requiere, a aprovechar al máximo las tecnologías actuales dando preferencia a aquellas que precisen un menor gasto energético y de materias primas; y a posibilitar viviendas de coste contenido, sostenibles, y de mínima incidencia en la huella de carbono…”. Ha llegado el momento de garantizar que un sistema industrializado en nada tiene que ver con la “monotonía”, con la “pesadez arquitectónica” ni con la ausencia de una “plástica belleza”. Si un reloj, un coche o un traje alcanzan el pedestal del lujo y de lo bello, y se fabrican, asimismo, por procedimientos industrializados en serie, ¿por qué no va a merecer la misma consideración la arquitectura…?

No debemos confundir los procesos de industrialización con el concepto de prefabricación. Los elementos prefabricados son productos de construcción muy elaborados y completos, capaces de una puesta en obra rápida y simple, y mayoritariamente pensados para su ensamblaje y ajuste sin apenas operaciones de transformación. La industrialización es el campo de procedimientos y procesos que con la innovación tecnológica permiten acometer series mediante elementos compatibles, manteniendo la variedad necesaria para satisfacer diseños arquitectónicos diversos, que garanticen una riqueza expresiva y formal dentro de la racionalidad constructiva y de una notable economía de costes… Se entiende por industrialización, según el RIBA, “… la organización que aplica los mejores métodos y tecnologías al proceso integral de la demanda, diseño y fabricación, constituyendo en el ámbito de la edificación un estado de desarrollo de la producción que conlleva una mentalidad nueva y diferente…”.

El proceso de fabricar en factoría y montar en obra los componentes arquitectónicos contempla dos modelos distintos: el denominado “de prefabricación cerrada”, basado en sistemas completos que cierran el circulo en si mismo, pero con ciertas limitaciones en la “variedad” y en la “imagen”; y el denominado “de prefabricación abierta” o por componentes, que permite utilizar diversos elementos en torno a un montaje diferente en cada caso, más versátil, y con mayores posibilidades formales. Al primero se le denomina también “prefabricación por el método de modelos” y al segundo “prefabricación por el método de elementos”. Si bien, los dos son de sumo interés en el proceso constructivo de futuro, qué duda cabe que el método de elementos ofrece un campo de posibilidades mayor, y abre un camino hacia la diversidad arquitectónica con el mismo compromiso de economía, racionalidad y vanguardia que representan los procesos industriales donde pueden intercambiarse elementos para configurar un producto final diferente, en respuesta a las necesidades y a las aspiraciones que en cada caso se establezcan.

Los procesos industriales pues, que permiten prefabricar elementos para ensamblarlos después en la consecución de un producto final aplicados a la construcción, permitirán nuevos objetivos medioambientales con una evaluación minuciosa de sus economías, eficacias y resultados, de tal forma que, como bien señala el Profesor F. Mangado, esta industrialización de la construcción “…ha de inscribirse en el concepto más amplio de economía circular, habrá de adentrarse en el manejo de técnicas robóticas y de inteligencia artificial, exigirá una formación específica de técnicos y trabajadores y, sin duda, requerirá una ambiciosa transformación en las escuelas de arquitectura mediante el refuerzo del modelo politécnico, hoy muy diluido…”. La industrialización ha de ser un sinónimo de mejora arquitectónica; no puede suponer ni la disminución de la excelencia ni el menoscabo de las posibilidades creativas del arquitecto, y debe garantizar un alto componente social; con ahorro de costes que deberán trasladarse al usuario final, con mejoras notables en eficacia de los nuevos tipos de vivienda y, por supuesto, con una destacada orientación hacia el ahorro energético, la sostenibilidad ambiental, la reducción de la huella de carbono y la seguridad de los trabajadores toda vez que en factoría, donde se prefabrican los componentes se eliminan riesgos laborales, se mejora la calidad del producto, se controla al detalle su elaboración y se garantiza la precisión para su montaje final, sin sorpresas… El modo de enfocar el control de calidad en la industrialización de la construcción es a través de documento de idoneidad técnica (“DIT”) en un modelo de “jurisprudencia de la idoneidad”, cuyo fin final es el conseguir el máximo rigor científico y técnico como garantía última de un “producto bien hecho”.

Todo esto, obligatoriamente, pasa por establecer como condición previa, una Coordinación Modular y Dimensional dentro del factor de la racionalización que fije y relacione dimensiones, que establezca grados de compatibilidad y que garantice la normalización seriada capaz de permitir su puesta en obra, proporcionando la intercambiabilidad de componentes y fijando con precisión las tolerancias que habrán de permitirse. Es decir, como resulta prácticamente imposible lograr la total exactitud dimensional, es necesario fijar un sistema de tolerancias, ajustado y práctico, capaz de facilitar la intercambiabilidad de los componentes y su compatibilidad y ajuste, no solo en el proceso de fabricación, sino también en el de posición y montaje.

Desde la arquitectura griega, ya se contemplaban unidades de medida (entonces con el doble valor, estético y práctico), que buscaban la armonía y regular las proporciones de las dimensiones de cada edificio; con múltiples y notables referencias en todas las culturas (las proporciones utilizadas en la cultura egipcia, las dimensiones en la construcción oriental, las dimensiones en la construcción china, las proporciones de la tradición japonesa…), siendo de todos conocidas las proporciones aventuradas por Leonardo en su “sección aurea o divina proporción”, por Kepler, por Renard, por Neufert, …, o por el propio Le Corbusier en su Modulor. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, la Agencia Europea de Productividad (AEP) y el Grupo Internacional Modular (IMG) emprendieron de una manera formal y sistemática la búsqueda de un módulo base que, expresándose por un número entero, pudiera ser fácilmente utilizable por todos los países. El módulo básico se fijó en 10cms y se representa por la letra “M”, siendo el multi – modulo básico el de 3M y sobre él, son de muy fácil utilización los multimodulos 3M – 6M – 12M – 62M – 72M… Con esta estructura modular se mueven hoy todos los países occidentales y queda consensuada su versatilidad, su funcionalidad, y su conectividad… En definitiva, previo a los procesos de prefabricación en sistemas industrializados de construcción se encuentra la coordinación dimensional como base para conseguir productos seriables, intercambiables y conexos.

Este nuevo “modo de hacer” permite producir edificios más sostenibles, facilita el control para que sus materiales y sus procesos tengan un consumo energético casi nulo y se orientan para garantizar la descarbonización del sector de la construcción en el horizonte próximo del 2050. La construcción industrializada, con un proceso integrado sobre metodología BIM, permite el control de factores como eficiencia energética, emisiones, sostenibilidad ambiental e incluso medir y controlar la huella de carbono de un edificio desde el propio anteproyecto.

 

Julio Touza,

Arquitecto

Más sobre Grupo Avintia

Grupo Industrial líder en el sector constructor inmobiliario

Logo
SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

    Los datos personales facilitados tienen carácter necesario y, serán tratados de forma segura y confidencial por GRUPO AVINTIA, S.L, como Responsable del Tratamiento, con la finalidad de gestionar su petición. Para más información al respecto así como para conocer sus derechos en materia de protección de datos, consulte nuestra Política de privacidad o contacte con nuestro Delegado de Protección de Datos

    SÍGUENOS EN: