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Digitalización y construcción industrializada, aliados por el futuro de la construcción

Digitalización del sector de la construcción y la construcción industrializada, dos tendencias en España

En este blog os hemos contado que 2022 fue un año positivo para el sector inmobiliario. En este contexto positivo, la construcción se enfrenta a una demanda de vivienda disparada, entre otros muchos retos.

La transformación que está viviendo el sector de la construcción es producto de la confluencia o convergencia de diferentes aspectos: la digitalización del sector, entre otros, y la construcción industrializada, que nosotros abanderamos con ávita.

La digitalización de la construcción es esencial para el despliegue de la construcción industrializada y viceversa. A continuación analizamos la importancia de estas dos tendencias trabajando conjuntamente y las posibilidades del sector para el futuro próximo.

Construcción industrializada: la evolución del sector

Ya en noviembre de 2020, cuando publicamos nuestro primer Libro Blanco sobre la Industrialización de la Construcción, se planteaba la siguiente pregunta: ¿Es la construcción industrializada la optimización del sector de la construcción o una transformación profunda que reforme los procesos de raíz? Nuestros colaboradores de CEMEX Ventures ponían esta pregunta sobre la mesa en su artículo “Construcción industrializada: ¿Optimización o transformación?

Digitalización del proceso de construcción industrializada. Maquinaria en fábrica de construcción industrializada de ávita

Hoy ya sabemos que la industrialización es una realidad tangible, que además se está poniendo a prueba ante la acuciante demanda de vivienda en nuestro país. Sus ventajas son innumerables: desde la reducción de los plazos de producción y entrega; el aumento de la sostenibilidad de los procesos (reducción de residuos, control de las emisiones en fábrica, etc.); hasta una mayor garantía de los derechos de los trabajadores y la especialización de la profesión.

Precisamente en esa tecnificación de los procesos entra en juego la digitalización. Porque en una fábrica de construcción industrializada cada elemento está calculado al detalle, y para ello se necesitan profesionales cualificados que cuenten con las habilidades requeridas para el desempeño de sus tareas.

La digitalización como habilitador del progreso del sector

La construcción industrializada es el producto de la modernización de la construcción, pero también de una apuesta por la sostenibilidad y reconversión hacia un sector futuro más limpio, además de un impulso de la calidad y fiabilidad de las ejecuciones en obra.

Las soluciones digitales conceptuadas para el sector AEC (arquitectura, engineering and construction) consiguen precisamente ese viaje hacia un nivel más allá. Un nivel donde la construcción sea más precisa, más eficiente, más sostenible y más digital.

Edificio digitalizado mediante BIM para la Construcción Industrializada

Además, la digitalización ha supuesto una transformación ya no solo de todo tipo de sectores, sino de la vida de cualquier ciudadano del mundo. Desde la popularización de internet o la democratización de los dispositivos digitales, hasta el desarrollo de lo que hoy llamamos Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0,  la digitalización de todos los aspectos del mundo en que vivimos ha sido total.

Por lo tanto, entendemos que la construcción no ha estado exenta de esta transformación. Y en esta coyuntura, digitalización e industrialización van de la mano. No se puede industrializar, con la tecnología actual, si no se digitalizan procesos.

Sin digitalización no hay construcción industrializada

Partiendo de las fases iniciales del desarrollo de un inmueble, hoy se aplica la metodología BIM, dentro de un ecosistema de soluciones digitales. Desde el diseño de las estructuras, a cada uno de los elementos constructivos, se crea un registro digital formulado para el ensamblaje (si es un elemento fabricado por construcción industrializada) o la ejecución en obra, y cuyo fin es servir durante toda la vida del edificio, incluyendo la gestión y mantenimiento, hasta un posible reciclaje final.

Dicho de otra forma, la digitalización no solo es imprescindible para los procesos en fábrica, sino de algún modo esencial para la propia vida de un determinado inmueble. Pero no solo la gestión de los planos y los modelos BIM están digitalizados, sino que las herramientas de comunicación y seguimiento del proyecto son digitales, u otros procesos como la gestión de tareas e incidencias, tanto durante como después de la entrega.

De acuerdo con el informe “El sector de la construcción y las tecnologías de la información y la comunicación”, del Observatorio Industrial de la Construcción, de la Fundación Laboral de la Construcción, la construcción es una de las actividades menos digitalizadas de la economía española. Sin embargo, se está apostando con fuerza por su transformación debido a que se trata de un sector estratégico.

De hecho, remarca lo siguiente: “La transformación del sector de la construcción requiere que los trabajadores adquieran un nuevo conjunto de competencias para poder hacer frente a los nuevos desafíos, despuntando como factores clave los avances tecnológicos, la fabricación fuera de obra (off site), los retos sobre el cambio climático y la necesidad de una mayor eficiencia energética, etc.”. En definitiva, como hemos subrayado durante todo el artículo, la construcción industrializada y la digitalización son dos tendencias convergentes, y no puede entenderse un futuro de la construcción sin una evolución conjunta de ambos.

Los nuevos perfiles que demanda el sector de la Construcción en 2022

Avintia Construcción

En un acto celebrado por la Fundación Laboral de la Construcción el pasado julio, se trataron temas de actualidad del sector, entre los que destacaba la capacidad de la patronal por haber formado a más de 70.000 profesionales en el año 2020.

Sin embargo, la misma Confederación Nacional de la Construcción reconoce que el sector necesita 700.000 trabajadores para hacer frente a la tendencia alcista de la construcción y el impulso que otorgará la inyección de los fondos europeos Next Generation.

En esta coyuntura de demanda de empleo para el sector de la construcción, salta a la vista la creación de nuevos perfiles profesionales que tienen su origen en la modernización del sector y la incorporación de la tecnología de vanguardia.

Como ya hemos contado en este blog, España cuenta con una gran demanda de vivienda y eso fomenta el desarrollo del sector de la construcción, tocado desde la crisis de 2008. Dos profesores de la Universidad CEU-San Pablo analizan en Aceprensa la situación por la que hoy existe una escasez de mano de obra cualificada. Esta problemática se extiende a varios sectores en nuestro país, lo cual resulta especialmente chocante: ¿cómo puede haber empresas que no encuentren profesionales para sus vacantes, en un país con una elevada tasa de desempleo?

Las respuestas podemos encontrarlas en factores sociales, como la educación, ya que existe un elevado porcentaje de titulados universitarios, pero también un elevado porcentaje de población que solo tiene estudios básicos. También encontramos como problemas que fomentan esta situación el descenso de la mano de obra extranjera y los bajos salarios. La falta de digitalización y del impulso de la formación profesional también suponen un lastre.

Soluciones para la escasez de mano de obra cualificada

En cualquier caso, en este artículo se aportan cuatro claves para paliar el problema de la escasez de mano de obra:

  1. La necesidad de inversión en profesionalización de la mano de obra, poniendo énfasis en la importancia de que esté adaptada a las necesidades de las empresas.
  2. Reforma de la educación superior, con planes de estudios orientados a las necesidades del mercado laboral.
  3. Una reorientación de la producción, para poder acceder a salarios más altos.

Apoyar la natalidad y la necesaria conciliación familiar: tanto en el impacto económico de tener hijos como en las facilidades para los padres y madres trabajadores.

 

La construcción industrializada y los nuevos perfiles digitales

En este contexto, la digitalización de todos los procesos afecta a perfiles de todos los ámbitos dentro de la construcción.

Especialmente hablamos de la oportunidad que supone la construcción industrializada para la modernización del sector. La revolución que la industrialización puede suponer en el mercado laboral de la construcción una reinvención total de numerosos perfiles. Por ejemplo, partimos del departamento comercial, que requiere técnicos comerciales muy bien documentados sobre el producto y orientar adecuadamente a los clientes. De ahí, a toda la cadena: departamento de estudios, el desarrollo técnico de los proyectos, perfiles de mando para las fábricas, departamento de calidad, departamento de logística, operarios tanto para fábrica como para obra y montaje, etc.

Hablamos de una renovación total y transversal del sector, ya que todos los puestos de trabajo implicados en la construcción industrializada requieren una especialización adecuada. Lamentablemente, la formación actual no cubre todo el espectro necesario para formar en profundidad a estos profesionales y se necesita de una colaboración entre los centros educativos y la empresa privada para formar estos perfiles que cada día están más demandados.

En cualquier caso, existe un crecimiento de la construcción industrializada como alternativa de futuro, sostenible y digital. Como consecuencia, el talento joven que quiera hoy profesionalizarse en este campo tendrá por delante un futuro halagüeño en un mercado en auge.

Nuevos perfiles que entran en obra

La tecnificación y digitalización del sector ha contribuido a que se desarrollen dos transformaciones dentro de la construcción: en primer lugar, la conversión de los tradicionales oficios a perfiles profesionales altamente cualificados; y en segundo lugar, a la integración y diversidad de las plantillas.

Emilio Lezana, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción señalaba para Noticias de Navarra que “la industrialización genera estabilidad en el empleo, innovación y rentabilidad”. Además de todos estos puntos fuertes, alerta de que la construcción industrializada colaborará a la estabilización del empleo y a crear nuevos puestos de trabajo más cualificados. Como nota extra en las ventajas, Lezana subraya que esta transformación también traerá otras consecuencias como “la inserción laboral de mujeres y jóvenes también aumentará, que es algo muy positivo”.

 

En cuanto a la integración de las mujeres en la construcción industrializada, Lezana apunta a que sucederá como ya ha ocurrido en otros sectores que tienen sistemas de producción similares: “La mujer trabajará en las plantas industriales de producción o logística, con todos los avances de los procesos industriales actuales como la industria 4.0, y en el de las obras, en labores de ensamblaje, logística o planificación. El trabajo será menos duro físicamente, las situaciones de riesgo disminuirán y los horarios permitirán la conciliación familiar”.

En cualquier caso, existe un crecimiento de la construcción industrializada como alternativa de futuro, sostenible y digital. Como consecuencia, el talento joven que quiera hoy profesionalizarse en este campo tendrá por delante un futuro halagüeño en un mercado en auge.

Balance 2021: ¿Un año para recordar o para olvidar en la construcción?

Balance 2021 Grupo Avintia

Todo parece indicar que 2021 ha sido un año de mejoría respecto de la catástrofe económica y de desarrollo que supuso el impacto de la pandemia en 2020. Pero las cifras están ahí, y 2021 recoge buenos números en cuanto a renovación del sector de la construcción tras un año muy difícil.

Además, la senda del crecimiento parece continuar en 2022 y antiguas tendencias, de las que llevamos tiempo hablando aquí (industrialización, sostenibilidad, rehabilitación de edificios), se solidifican y apuntan a un futuro halagüeño más próximo de lo que creemos.

Balance del sector de la construcción en 2021

Pese a que prácticamente todos los sectores productivos se vieron afectados en el año 2020, y en el 2021 hemos vivido un incremento del precio de las materias primas, los resultados que lanza el ejercicio 2021 son positivos para el sector de la construcción.

Así lo manifiesta la Confederación Nacional de Construcción (CNC), recogido en El País, donde además se apunta a un crecimiento del sector del 7 %. La edificacióno crecerá un 7,6 % respecto del año 2020; la rehabilitación de edificios un 10,4%, apoyada por el impulso público; la obra nueva un 8 %; y la edificación no residencial un 5 %.

La patronal lamenta la no activación de los fondos europeos Next Generation, que habrían ayudado a que el crecimiento del sector durante este año 2021 hubiera sido mucho mayor. A nivel europeo, Elaborex destaca que ha habido una rápida recuperación del sector a nivel regional tras el impacto de la pandemia en 2020: “El volumen de la construcción crecerá un 3,8% en 2021 y se espera que las pérdidas ocasionadas en 2020 se recuperen este año”.

Para este medio, la rehabilitación de los edificios sigue siendo en España la esperanza para reforzar el sector con un volumen de negocio cada vez más relevante.

Tendencias de la construcción para 2022

Diana Carolina Flores, responsable de sostenibilidad de Grupo Avintia, espera un gran impulso de la construcción industrializada para 2022: “Dado el potencial de desarrollo que presenta aún la industrialización en España, esperamos que el volumen que supone la construcción industrializada en España respecto a la tradicional continúe incrementándose hasta alcanzar, al menos, el 40% en 2030”.

De lo más destacable de 2021, apunta a la puesta en marcha del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (como decíamos arriba, como impulsor de la rehabilitación de edificios); y el auge del Build to rent (BtR). Esta fórmula de construcción de inmuebles con el objetivo de destinarlas al alquiler también es una alternativa poderosa del sector para hacer frente a la gran demanda de vivienda que existe en muchas ciudades españolas.

En cuanto a tendencias generales para 2022, Interempresas centra su mirada en 7:

  • Nuevas técnicas en construcción sostenible.
  • La reforma y renovación de edificios dará el impulso definitivo.
  • Salto tecnológico para una mayor eficiencia en la ejecución de proyectos (hablamos de sistemas como el BIM).
  • Asentamiento de la construcción industrializada.
  • Integración de la tecnología de impresión en 3D.
  • Estética y diseño, también en fachadas de edificios.
  • Espacios más flexibles, multifuncionales y luminosos.

Sostenibilidad y respeto al medioambiente en construcción

En la entrevista a Diana Carolina Flores mencionada arriba, se hace hincapié en las posibilidades que brinda la construcción industrializada y los proyectos de Avintia, en materia de sostenibilidad y respeto por el medioambiente.

Con su sistema de construcción industrializada ÁVIT-A, Avintia ha sido seleccionado por Culmia para ejecutar las 1.763 viviendas destinadas al alquiler que le han sido adjudicadas por el Plan VIVE de la Comunidad de Madrid. Y este es solo un ejemplo de muchos proyectos. En contratos como este, salen a la luz las virtudes de la construcción industrializada: es más sostenible (producción en fábrica, control de los elementos, diseño especializado, reducción de residuos…); mejora los estándares de calidad; y acorta ostensiblemente los plazos de entrega, algo muy relevante en un mercado tan exigente.

La construcción industrializada aporta muchos beneficios, tanto a nivel social, como económico y medioambiental: los procesos constructivos se llevan a cabo en mucho menos tiempo, generando menos emisiones y acelerando los tiempos de entrega; el proceso digitalizado aumenta la precisión y la calidad de los acabados, pero también reduce los costes en un 20 %; y sobre todo ello, la creación de nuevos perfiles profesionales, mucho más especializados. Por último, la construcción industrializada es aplicable, tanto a la construcción de obra nueva como al hoy pujante sector de la rehabilitación.

Los datos al trastero

Construcción industrializada

Aunque se acuñó como una frase en 2011 en la feria de Hannover, el término Industria 4.0 ha ganado cada vez más vigencia en los últimos años con su promesa de utilizar el poder de los datos para revolucionar la fabricación. Desde la primera revolución industrial (mecanización a través de la energía del agua y del vapor) hasta la producción en masa y las líneas de montaje que utilizan electricidad en la segunda, la cuarta revolución industrial tomará lo que se inició en la tercera, con la adopción generalizada de los ordenadores y la automatización, y lo mejora con sistemas inteligentes y autónomos alimentados por datos y aprendizaje automático.

La gran diferencia entre la Industria 4.0 y la Industria 3.0 es que mientras que en la primera se introdujeron los ordenadores para mejorar los procesos existentes y ser más eficientes, la segunda abre la puerta a la redefinición de los procesos y de los propios modelos de negocio apoyándose en el poder de los nuevos medios de captación de la información y la capacidad de proceso de grandes volúmenes de datos.

El sector de la construcción es un sector estratégico no sólo por la contribución al PIB a nivel mundial del 6%, sino porque contribuye a nuestra forma de vivir, a nuestra forma de movernos y, en definitiva, a hacer que este mundo sea más habitable y sostenible.

Por eso tiene ante sí grandes oportunidades para satisfacer la demanda creciente por el incremento de población y una mayor concentración en ciudades (cada día se incorporan 200.000 personas en el mundo a zonas urbanas) que cada vez sean más sostenibles, crear vivienda accesible para los jóvenes, y enfrentarse a los importantes y urgentes retos que garanticen su supervivencia.

La escasez de mano de obra cualificada, el incremento de los costes de los materiales y recursos, el objetivo de reducción de los costes operativos durante la fase de construcción y a lo largo de la vida del producto, la reducción de residuos e impacto medioambiental (hoy suponen el 30% de las emisiones según el WEF), sin dejar de lado los no menos importantes de reducción de sobrecostes, cumplimiento de plazos y riesgos contractuales.

Todos estos factores obligan a la revisión no sólo de los modelos de negocio y pasar, por ejemplo, del diseño y construcción a gestionar la operación del edificio con nuevos modelos como el Build to Rent, sino a una revisión de la cadena de valor al completo y pasar de un modelo donde cada función se realiza de forma autónoma e independiente y cada proyecto es distinto a un modelo donde la cadena de valor se integra a lo largo de todas las funciones que colaboran y comparten la información y que se agrega en toda la organización utilizando el aprendizaje y la información de proyectos realizados, consiguiendo así la deseada escalabilidad.

Todo esto sólo es posible por un proceso de transformación mal llamado en muchos casos digital, y sumarse, con bastante retraso, a la industria 4.0. Además, el sector AEC cuenta con dos potenciadores claros como son la incorporación del BIM 6D y la posibilidad de integrar la prefabricación en el proceso constructivo.

Por tanto, tenemos ante nosotros una oportunidad que no podemos dejar pasar y para que este cambio de paradigma del sector sea una realidad la piedra angular se llama el DATO.

Las empresas de construcción y los propietarios de proyectos están invirtiendo cada vez más en métodos sofisticados de recopilación de datos: plataformas BIM, drones, IoT, sistemas ERP, sistemas CRM, por nombrar solo algunos. El núcleo de la digitalización no es la recopilación de datos, sino cómo utilizarlos e incorporarlos por completo a los procesos para tomar decisiones correctas, elevar la colaboración y usarlos para potenciar estrategias futuras, todo lo cual ayuda a la organización a aumentar la productividad y seguir siendo competitiva.

Hoy la realidad es que para muchas empresas AEC, estos esfuerzos de capturar el dato han significado grandes inversiones en dispositivos y personas para acabar, en el mejor de los casos, con una cantidad ingente de información no estructurada y dispersa en diferentes departamentos, sistemas y dispositivos de almacenamiento.

Información difícilmente reutilizable y escalable, ya que la mayoría de las empresas todavía operan de forma muy fragmentada con procesos poco consistentes en su ejecución. Diferentes sistemas que se especializan en diferentes trabajos, y que generalmente no están integrados entre sí, se utilizan simultáneamente en toda la organización, lo que hace que los datos se dispersen. Según el FMI, el 96% de todos los datos capturados no se utilizan en la industria de la ingeniería y la construcción (AEC), el 90% de los datos generados no están estructurados y el 13% de las horas de trabajo de AEC se dedican a buscar datos e información del proyecto. Eso se traduce en una enorme pérdida de tiempo y presupuesto, además de restar competitividad a la organización.

¿Cómo podemos entonces maximizar el valor de los datos convirtiéndolos en el principal activo de la compañía y en una ventaja competitiva?

El primer paso es responder a las preguntas más básicas: ¿cómo son sus procesos actuales? ¿comparten la misma fuente de datos todas las funciones a lo largo del proceso constructivo? ¿cómo se obtienen y organizan los datos? ¿para qué se están utilizando los datos recogidos? ¿se reutilizan los datos de un proyecto para ofertar el siguiente?, ¿estamos utilizando BIM a lo largo del proceso constructivo?, ¿tenemos integrada la cadena de suministros con la planificación de los proyectos?

Todas estas preguntas nos tienen que hacer reflexionar sobre el enorme potencial que tiene el sector si se sube al tren de la transformación digital como han hecho otras industrias desde el automóvil hasta la banca pasando por el retail que han transformado sus modelos de negocio hacia el cliente al mismo tiempo que han mejorado sus niveles de productividad.

El camino para establecer un negocio basado en datos comprende tres pasos clave:

  • Rediseño de procesos eliminando los silos de datos en un modelo colaborativo desde el diseño, planificación y ejecución de obra hasta la operación y mantenimiento.
  • Diseñar una estrategia y arquitectura de datos estructurados que pueda ingerir grandes volúmenes de información generados en las distintas fases de los proyectos y utilizados en tiempo real a lo largo de la organización.
  • Establecer una plataforma central que permita recopilar y conectar datos en un entorno común, al tiempo que conecta los flujos de trabajo a lo largo de todo el proyecto de construcción de forma interactiva permitiendo a los actores intervinientes incorporar y extraer la información relevante para su función en tiempo real pudiendo así tomar decisiones minimizando riesgos y logrando una mayor eficiencia y sostenibilidad.
  • Uniendo en tiempo real el proceso y la analítica de datos se obtendrá el beneficio de la analítica predictiva donde los datos en tiempo real pueden ayudarnos a conseguir las eficiencias, escalabilidad y replicabilidad tan necesarias para la sostenibilidad del sector. Visualizar distintas alternativas de construcción simulando el proceso completo nos permitirá no sólo ser más eficientes mejorando la productividad y minimizar riesgos, sino ser más competitivos ofertando con mayor control de lo que puede pasar gracias al aprendizaje de lo ocurrido.

La inevitabilidad es que los datos ahora serán la estrategia fundamental para cualquier empresa constructora que tenga como aspiración ser sostenible en el tiempo y en el medio. Antes de otras consideraciones como diseños, ubicaciones, planificación, presupuestos, cadena de suministro etc. la arquitectura de datos será la consideración estratégica más importante para maximizar el rendimiento y mantener una eficiencia óptima. Con este enfoque llegará la recompensa de una organización más flexible, con procesos optimizados, mayor escalabilidad y análisis predictivo que la convertirán en una organización sólida y sostenible.

Dejemos de guardar datos en el trastero y olvidarnos de ellos para ponerlos en el centro de nuestra estrategia.

 

Gabriel Cerrada,

CEO RIB Spain

La sexta dimensión del BIM: sostenibilidad

Sostenibilidad en la construcción

Ya sabemos que Building Information Modeling (BIM) es una metodología de trabajo colaborativa para la creación y gestión de proyectos de construcción, que ha empezado a implementarse con la industrialización del sector. Su objetivo es centralizar toda la información del proyecto en un modelo de información digital creado y compartido por todos los agentes implicados en el proyecto.

Esto es posible gracias a que la metodología BIM permite integrar en una misma plataforma varias dimensiones de un mismo proyecto, y en función de qué aspecto nos interese trabajar, estaremos actuando sobre una u otra dimensión BIM. Hasta el momento se han implementado 7 dimensiones: BIM 1D corresponde a la idea, BIM 2D es el boceto y los planos, BIM 3D corresponde al modelado gráfico, BIM 4D se ocupa de la dimensión del tiempo, BIM 5D trabaja sobre los costes, BIM 6D se ocupa de la sostenibilidad, la prevención y la calidad, y BIM 7D de la gestión del ciclo de vida del edificio.

La sexta dimensión del BIM (BIM 6D) dedicada a la sostenibilidad es una de las más amplias, y no solo incluye el ahorro y la eficiencia energética, sino que también debe contemplar la optimización de los sistemas constructivos, los sistemas estructurales y las instalaciones. Mediante pequeños reajustes en esta fase se puede conseguir la reducción de costes y la mejora de la calidad de las obras sin que el proyecto pierda su carácter inicial.

Dentro de esta dimensión centrada en la sostenibilidad también encontramos los aspectos relativos a los sistemas de prevención y calidad, que son una parte fundamental de la industrialización del sector, y que además de ahorrar costes, ayudan a garantizar una ejecución segura y sin errores que más tarde nos pasen una doble factura.

Prevención y calidad en las obras

La prevención y la calidad son factores ineludibles en el proceso de industrialización. Afortunadamente, gracias a la dimensión BIM 6D se pueden implementar también en los modelos para facilitar su visualización y seguimiento. Los modelos BIM son las construcciones virtuales paramétricas que albergan los elementos geométricos, éstos están asociados con datos relativos a su diseño, su construcción, y el desempeño posterior. Gracias a las herramientas de simulación es posible recrear el comportamiento del edificio y de sus elementos con antelación, lo que resulta fundamental en las tareas de prevención.

Además de utilizar el modelo BIM para visualizar la información, la prevención mediante la dimensión BIM 6D se apoya también en la participación de todos los agentes desde la fase de diseño, lo que permite trabajar siempre con grandes márgenes de anticipación. Gracias a esta anticipación, se pueden identificar de manera temprana las fases de la construcción y los procedimientos que conllevarán un mayor riesgo. Esto permite planificar con detalle el tratamiento y los sistemas que necesitará cada proceso, y estar alerta frente los elementos de la construcción que necesitarán una mayor seguridad por su naturaleza especialmente peligrosa.

Un ejemplo práctico de lo anteriormente expuesto: gracias al BIM 6D se puede generar una simulación para determinar dónde tendrán que estar situada la maquinaria pesada para evitar accidentes. Aplicando el BIM 6D podemos anticipar la amplitud del radio de giro de una grúa, y cuál debe estar situada en la obra para que no interfiera con ningún otro elemento de la construcción.
Otra de las ventajas de la metodología BIM 6D en cuanto a prevención y calidad es que permite generar nuevos parámetros para los elementos en función de las necesidades. Por ejemplo, se pueden definir parámetros de riesgo en función de la probabilidad de accidente, la severidad o el nivel de peligrosidad. Para después, mediante el uso de tablas de planificación específicas tener toda la información disponible de un solo vistazo y saber cuántos pilares estructurales, barandillas, andamios, y demás elementos hay en una fase de construcción y en un momento dado. De ese modo se podrían comprobar los niveles de riesgo, las medidas de protección tomadas, y aquellas otras que necesiten ser implementadas todavía.

Pondremos otro ejemplo práctico, esta vez relacionado con el control de calidad de los materiales. Mediante el BIM 6D podemos hacer un seguimiento exhaustivo de dónde se han utilizado los diferentes lotes de materiales. Esto supone que, si los ensayos de resistencia de compresión del hormigón quedan adecuadamente documentados, podrán integrarse en el modelo para más adelante saber cuáles han sido los resultados, y comparar cada uno de los lotes. Así, podríamos saber dónde se ha utilizado específicamente cada lote, localizar los pilares que no alcancen el rendimiento óptimo, y tomar medidas en consecuencia.

Estos ejemplos son solo una parte de las funcionalidades que la metodología BIM permite implementar en cuanto a prevención y calidad.
La ciudad de Nueva York hace años que ya exige la implementación de los planes de seguridad a través de los sistemas BIM, lo que no solo mejora los planes, sino que también reduce la burocracia y el tiempo que tarda la administración en aprobarlos. Aunque en España todavía no hemos conseguido igualarnos a la Gran Manzana, la industrialización de la prevención y los sistemas de calidad están cada vez más cerca.

El uso de la metodología BIM en la construcción industrializada

Metodología BIM construcción industrializada

A lo largo de la historia hemos vivido diferentes revoluciones industriales, la Primera Revolución Industrial tuvo lugar en el siglo XVIII y desencadenó en un proceso de transformación económico, social y tecnológico marcando un punto de inflexión en la historia, la producción se multiplicó al mismo tiempo que se disminuía el tiempo de producción, todo ello fue posible gracias a la sustitución de la mano de obra manual y uso de tracción animal por maquinaría impulsada y promovida por la máquina de vapor.

Comienza la mecanización de los procesos industriales.

Entre 1870 y 1914 se produce la Segunda Revolución Industrial centrada esencialmente en las nuevas fuentes de energía (el gas, petróleo y la electricidad) el transporte (avión y automóvil) y comunicación (teléfono y radio) todo ello provocó una transformación en cadena que afectó al trabajo, a la forma de organización del trabajo y hasta la política, estamos ante la primera globalización, los mercados se abren gracias a los transportes y se internacionaliza la economía y relaciones empresariales.

Gracias a la electricidad empiezan a montarse las primeras cadenas de montaje en la producción.

Todo esto forma parte del pasado, actulmente nos encontramos en un mundo mucho más tecnológico donde priman las energías renovables, el mundo de las comunicaciones, las redes digitales, el Big Data, IoT en definitiva el uso de los datos. Podriamos decir que los datos son el petroleo de nuestra Era, estamos ante la Tercera y Cuarta Revolución que van unidas casí de la mano.

Sin embargo el mundo de la construcción no avanza al mismo ritmo que el resto de las industrias, esto es muy visible en otras áreas como la comunicación, la automoción, la aeronautica donde todo avanza a pasos agigantados. Nadie se imaginaría hoy en día comprandose un coche sin aire acondicionado o un móvil sin internet, es decir…sin datos. ¿Cómo es posible entonces que la construcción siga siendo una industria basada en la mano de obra?

Esto lo resume muy bien Roger Van Oech (experto en innovación) en su frase:

“No es posible resolver los problemas de hoy con las soluciones de ayer”

La construcción podría incrementar notablemente su productividad si adquiere un estilo de producción similar a la de la industria manufacturera y hace su transición tecnológica hacia la automatización y el uso de los datos como herramienta. La Construcción 4.0 se basa en dos pilares, la industrialización de los procesos constructivos y la incorporación de tecnologías emergentes.
Precisamente en este punto es donde el BIM adquiere un papel importante dentro de la construcción industrializada como herramienta tecnológica de gestión de datos.

El BIM (Building Information Modeling), también llamado modelado de información para la edificación, es el proceso de generación y gestión de datos de un edificio durante su ciclo de vida utilizando software dinámico de modelado de edificios en tres dimensiones y en tiempo real, para disminuir la pérdida de tiempo y recursos en el diseño y la construcción.

En este punto “los datos” es donde encontramos la principal diferencia entre la forma de trabajar ya más propia del pasado, el CAD, y la metodología presente el BIM.

CAD es una herramienta de dibujo para crear geometría básica que represente el mundo real, mientras que una herramienta como Revit, dentro de la Metodología BIM se usa para crear geometría que contiene información real. Un entorno BIM implica interoperabilidad e intercambio de información que se traduce en agilidad en la gestión de procesos tan básicos como cambiar el diseño de una ventana en un edificio, el proceso en CAD implicaría la modificación en todas las vistas donde se encontrase esa ventana, plantas, alzados, etc. el proceso en BIM solo conlleva modificarla en el modelo y automáticamente se actualiza en todas las vistas. Con los datos incluidos en el modelo podemos generar tablas de planificación sobre cualquier dato que necesitemos conocer del edificio, esto con una herramienta del pasado como CAD no es posible, porque no gestiona datos, solo dibujos.

El uso de los datos en la construcción nos sirve para anticiparnos a los problemas, para coordinar diferentes disciplinas bajo un único modelo, evitando la perdida de datos y la descoordinación de las diferentes áreas. El BIM tiene el foco en el trabajo colaborativo donde pueden trabajar varias personas al mismo tiempo usando y compartiendo datos, optimizando la cadena de valor, los recursos y el flujo de información. Una vez terminada la fase de diseño el modelo se sigue alimentando de datos introduciendo la planificación y el control de costes en fase de producción. El modelo puede estar alimentado de tantos datos como sean necesarios cerrando el ciclo de vida completo del proyecto y sirviendo para el mantenimiento posterior del edificio en su fase final.

En una construcción industrializada no cabe espacio a la improvisación en obra, todo debe estar estudiado y solucionado antes de la fabricación. Los elementos llegan a la obra ya terminados.

BIM se presenta como la herramienta tecnológica que es capaz de adaptarse a las necesidades generadas en un entorno más industrial.

Es por ello que en el mundo de la construcción no se pueden seguir haciendo las cosas “como siempre se han hecho” es necesario evolucionar, avanzar y adaptarse a un mundo más tecnológico.

Dentro de la construcción industrializada el BIM no es una opción sino una necesidad.

Por eso no es de extrañar que en países donde los procesos de construcción industrializada están más extendidos la implantación de la metodología BIM está también más avanzada que en países como España.

En España la implantación del BIM se está impulsando más desde el sector público que desde el sector privado de hecho ahora mismo ya existen dos normativas que apoyan el uso de Metodología BIM en licitaciones públicas la primera de ellas la DIRECTIVA 2014/24/ UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de febrero de 2014 que en el Artículo 22.4 establece que “Para contratos públicos de obra y concursos de proyectos, los Estados miembros podrán exigir el uso de herramientas electrónicas específicas, como herramientas de diseño electrónico de edificios o herramientas similares (haciendo alusión al uso de herramientas BIM).


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La segunda, en agosto de 2015 el Ministerio de Fomento creó la “Comisión BIM” la cual estableció una hoja de ruta que convertiría en obligatorio el uso de la tecnología BIM para las licitaciones públicas, dividiéndolo en dos fases:

1º Fase: 17 de diciembre de 2018: para Licitaciones Públicas de Edificación
2º Fase: 26 de julio de 2019: a partir de esta fecha para Licitaciones Públicas de Infraestructuras.

En el siguiente gráfico podemos ver el crecimiento en España y evolución trimestral de la inversión y número de licitaciones públicas con requisitos BIM.

Podemos concluir asegurando que la Innovación es la única ventaja competitiva realmente sostenible en el tiempo y por ello debemos apostar en el mundo de la construcción por procesos constructivos más innovadores como es la construcción industrializada y Metodologías de trabajo más avanzadas y adaptadas a los nuevos tiempos como es el BIM.

Podemos y tenemos la obligación de hacer las cosas mejor.

 

LORENA ALONSO FERNÁNDEZ

Arquitecto  de la Escuela Politécnica de Madrid. Promoción 1996

Master en Project Management año 2008

Actualmente Directora de la Oficina Técnica de estudios de Grupo Avintia.

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