Plan Vive industrializado en Alcorcón, sostenibilidad, innovación calidad y diseño al servicio de los ciudadanos

La construcción industrializada se ha convertido en sinónimo de sostenibilidad al emplear técnicas innovadoras que permiten reducir el impacto ambiental, optimizar el uso de recursos, y mejorar la eficiencia energética en los edificios. La industrialización de la construcción representa un paso más en el proceso de sostenibilidad del sector, promoviendo un sistema de edificación apoyado en técnicas y procesos que buscan el equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social.

En este sentido ávita, la división industrializada de Grupo Avintia, lleva años liderando el sector, un hecho que le ha permitido convertirse en un referente de esta imparable tendencia. Un disruptivo modelo que, bajo su innovador ADN, ofrece respuestas a los principales problemas actuales del sector, en concreto, a la gran crisis de la vivienda en nuestro país, y al impacto negativo de la construcción en el medio ambiente.  Un hecho que ha promovido que la administración seleccione este tipo de construcción a la hora de poner en marcha sus programas de vivienda, como es el caso de las primeras viviendas de alquiler asequible del Plan Vive de la Comunidad de Madrid, construidas de manera industrializada por ávita y promovidas por CULMIA.

274 viviendas divididas en dos urbanizaciones de 140 y 134 viviendas, que está previsto que sean entregadas el próximo mes de marzo, ubicadas en el Ensanche sur de Alcorcón, Madrid, pero creadas mucho más al norte, en la fábrica de ávita de Aranda de Duero.

Una construcción que cuenta con una certificación BREAM Excelente lo que significa que se trata de un edificio que reduce su huella ambiental y sus costes de mantenimiento y mejora el confort salud y calidad de la vida de los usuarios. En definitiva, un desarrollo que, gracias a la industrialización, es mucho más sostenible que uno tradicional por los siguientes motivos:

Su diseño maximiza la eficiencia energética. Esto incluye el uso de materiales y técnicas de construcción que minimizan las pérdidas de energía, como un mejor aislamiento, y sistemas de iluminación y climatización eficientes, entre otros.

Durante su construcción en fábrica de ávita de Aranda de Duero, se reduce la cantidad de residuos generados en comparación con la construcción tradicional. Además, los materiales sobrantes se han reutilizado o reciclado.

La construcción en fábrica también permite reducir los tiempos en comparación con los métodos tradicionales. Esto no solo reduce el impacto ambiental durante la construcción, sino que también acorta el tiempo de ocupación del edificio, lo que a su vez reduce el consumo de energía durante la vida útil del mismo.

Además, se incorporan plomería y tecnología que ayuda a reducir el consumo de agua, como grifos y sanitarios de bajo flujo y sistemas de recolección y reutilización de agua pluvial.

Todos los componentes integrados en los proyectos industrializados de ávita son líderes en sus respectivos sectores, ofrecen los máximos estándares de calidad y están diseñados para ser duraderos, lo que se traduce en edificios más resistentes al desgaste con menos mantenimiento y reparaciones a lo largo del tiempo, reduciendo así su impacto ambiental.